domingo, 27 de diciembre de 2009

Cuaresma, tiempo de arrepentimiento


Por: Querien  Vangal

Marzo / 2009

La cuaresma es tiempo de arrepentimiento. Quizá a nosotros la llamada al arrepentimiento que es la Cuaresma, podría parecernos un poco extraña, un poco particular, porque podríamos pensar: ¿de qué tengo yo que arrepentirme?  Arrepentirse significa tener conciencia del propio pecado. La conversión del corazón es el tema que debería de recorrer nuestra Cuaresma, tener conciencia de que algo he hecho mal, y podría ser que en nuestras vidas hubiéramos dejado un poco de lado la conciencia de lo que es fallar. Fallar no solamente uno mismo o a alguien a quien queremos, también la conciencia de lo que es fallarme a mí.

Pudiera ser también que en nuestra vida hubiéramos perdido el sentido de lo que significa encontrarnos con Dios, y quizá por eso tenemos problemas para entender verdaderamente lo que es el pecado, porque tenemos problemas para entender quién es Dios. Solamente cuando tenemos un auténtico concepto de Dios, también podemos empezar a tener un auténtico concepto de lo que es el pecado, de lo que es el mal.

La cuaresma es todo un camino de cuarenta días hasta la Pascua, y en este camino, la Iglesia nos va a estar recordando constantemente la necesidad de purificarnos, la necesidad de limpiar nuestro corazón, la necesidad de quitar de nuestro corazón todo aquello que lo aparte de Dios N. S. La Cuaresma es un período que nos va a obligar a cuestionarnos para saber si en nuestro corazón hay algo que nos está apartando de Dios Nuestro Señor. Esto podría ser un problema muy serio para nosotros, porque es como quien tiene una enfermedad y no sabe que la tiene. Es malo tener una enfermedad, pero es peor no saber que la tenemos, sobre todo cuando puede ser curada, sobre todo cuando esta enfermedad puede ser quitada del alma.

Qué tremendo problema es estar conviviendo con una dificultad en el corazón y tenerla perfectamente tapada para no verla. Es una inquietud que sin embargo la fe nos invita a considerar y lo hace a través de la Cuaresma. Durante estos cuarenta días, cuando leemos el Evangelio de cada día o cuando meditemos y reflexionemos, nos daremos cuenta de cómo la Biblia está constantemente insistiendo sobre este tema: "Purificar el corazón, examinar el alma, acercarse a Dios, estar más pegado a Él. Todo esto, en el fondo, es darse cuenta de quién es Dios y quién somos nosotros.

Por otro lado, el hecho de que el sacerdote nos ponga la ceniza, no es simplemente una especie de rito mágico para empezar la Cuaresma. La ceniza tiene un sentido: significa una vida que ya no existe, una vida muerta. También tiene un sentido penitencial, quizá en nuestra época mucho menos, pero en la antigüedad, cuando se quería indicar que alguien estaba haciendo penitencia, se cubría de ceniza para indicar una mayor tristeza, una mayor precariedad en la propia forma de existir.

Preguntémonos, si hay en nuestra alma algo que nos aparte de Dios. ¿Qué es lo que no nos permite estar cerca de Dios y que todavía no descubrimos? ¿Qué es lo que hay en nosotros que nos impide darnos totalmente a Dios Nuestro Señor, no solamente como una especie de interés purificatorio personal, sino sobre todo por la tremenda repercusión que nuestra cercanía a Dios tiene en todos los que nos rodean? Solamente cuando nos damos cuenta de lo que significa estar cerca de Dios, empezaremos a pensar lo que significa estar cerca de Dios para los que están con nosotros, para los que viven con nosotros. ¿Cómo queremos hacer felices a los que más cerca tenemos si no nos acercamos a la fuente de al felicidad? ¿Cómo queremos hacer felices a aquellos que están más cerca de nuestro corazón si no los traemos y los ayudamos a encontrarse con lo que es la auténtica felicidad?

Qué difícil es beber donde no hay agua, qué difícil es ver donde no hay luz. Si a mí, Dios me da la posibilidad de tener agua y tener luz, ¿solamente yo voy a beber? ¿Solamente yo voy a disfrutar de la luz? Sería un tremendo egoísmo de mi parte. Por eso en este camino de Cuaresma vamos a empezar a preguntarnos: ¿Qué es lo que Dios quiere de mí? ¿Qué es lo qué Dios exige de mí? ¿Qué es lo que Dios quiere darme? ¿Cómo me quiere amar Dios?, para que en este camino nos convirtamos, para aquellas personas que nos rodean, en fuente de luz y también puedan llegar a encontrarse con Dios Nuestro Señor.

Ojalá que hagamos de esta Cuaresma una especie de viaje a nuestro corazón para irnos encontrando con nosotros mismos, para irnos descubriendo nosotros mismos, para ir depositando esa ceniza espiritual sobre nuestro corazón de manera que con ella vayamos nosotros cubriéndonos interiormente y podamos ver qué es lo que nos aparta de Dios.

La ceniza que nos habla de la caducidad, que nos habla de que todo se acaba, nos enseña a dar valor auténtico a las cosas. Cuando uno empieza a carecer de algunas cosas, empieza a valorar lo que son los amigos, lo que es la familia, lo que significa la cercanía de alguien que nos quiere. Así también tenemos que hacer nosotros, vamos a ir en ese viaje a nuestro corazón para que, valorando lo que tenemos dentro, nos demos cuenta de cuanto podemos dar a los que están con nosotros.

Este es el sentido de ponerse ceniza sobre nuestras cabezas: el inicio de un preguntarnos, a través de toda la Cuaresma, qué es lo que quiere Dios para nosotros; el inicio de un preguntarnos qué es lo que el Señor nos va a pedir y sobre todo, lo más importante, qué es lo que nosotros vamos a podré dar a los demás. De esta manera, vamos a encontrarnos verdaderamente con lo más maravilloso que una persona puede encontrar en su interior: la capacidad de darse.

Recorramos así el camino de nuestra Cuaresma, en nuestro ambiente, en nuestra familia, en nuestra sociedad, en nuestro trabajo, en nuestras conversaciones. Buscar el interior para que en todo momento podamos encontrarnos en el corazón, no con nosotros mismos, porque sería una especie de egoísmo personal, sino con Nuestro Padre Dios; con Aquél que nos ama en el corazón, en lo más intimo, en lo más profundo de nosotros.

Que el bajar al corazón en esta Cuaresma sea el inicio de un camino que todos nosotros hagamos, no solamente en este tiempo, sino todos los días de nuestra vida para irnos encontrando cada día con el Único que da explicación a todo. Que la Eucaristía sea para nosotros ayuda, fortaleza, luz, consuelo porque posiblemente cuando entremos en nuestro corazón, vamos a encontrar cosas que no nos gusten y podríamos desanimarnos. Hay que recordar que no estamos solos. Que no vamos solos en este viaje al corazón sino que Dios viene con nosotros. Más aún, Dios nos manifiesta su amor, para que nosotros manifestemos ese mismo amor por nosotros y de igual manera a nuestros semejantes.

"Envejecer es el unico medio de vivir más tiempo"
 



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¡No te confíes!

 

Por: Querien Vangal

Mayo / 2009

 

 

Queda claro que el hombre no es perfecto, y que nunca lo será del todo, debido a su naturaleza perfectible. Sin embargo, sí puede ser excelente.

 

De hecho, alguien que practica el valor de la excelencia, sabe que siempre tendrá que mejorar algo, que el camino hacia la perfección no tiene fin. Y en lugar de desanimarse por esto, se llena de esperanza.

 

La excelencia es mejorarse día con día, sin importar que ya hayamos recibido un premio, un reconocimiento, un diploma, un galardón, un Oscar, Emmy o MTV Video Music Award. Significa no confiarnos, no conformarnos con los triunfos pasados, sino reinventarnos para alcanzar nuevos objetivos.

 

¿Para qué?, podrían preguntar unos cuantos, ¿qué tiene de malo confiarnos cuando según nosotros ya somos, de acuerdo con nuestros parámetros, lo suficientemente buenos?... ¿Que qué tiene de malo? Basta ver de vez en cuando a la Selección Mexicana de Fútbol para darse cuenta.

 

Vivimos en un mundo que cambia constantemente, se reinventa cada día y la competencia crece: lo que era excelente ayer, hoy es sólo "bueno" y mañana será mediocre. Fenómenos como la globalización nivelan el campo de batalla y abren cada vez más oportunidades a personas que antes no las tenían, a países que antes no figuraban en las políticas mundiales.

 

En el ámbito empresarial sucede lo mismo, existe tanta competencia entre industrias, que una compañía (si quiere sobrevivir) no se puede quedar igual, con las mismas estrategias y metas.

 

Los consumidores cambian sus expectativas y se vuelven más exigentes ante tantos productos que a primera vista (o incluso a segunda, tercera y cuarta) son iguales. Las empresas deben mejorarse para estar preparadas para los nuevos retos del mercado.

 

En el ámbito individual  esto no es menos cierto. Los tiempos cambian y de nada nos sirve haber estudiado una carrera profesional si no nos actualizamos constantemente, si no seguimos siendo estudiantes de corazón.

 

Superarnos a nosotros mismos no sólo tiene que ver con el ámbito profesional, también con el emocional y espiritual. Un padre de familia practica la excelencia si cada día acepta que tiene errores y los mejora, si en el futuro se ve a sí mismo como una versión mejorada de lo que es hoy.

 

No importa que en este momento ya sea un excelente padre, esposo, o cabeza de su familia. Siempre hay algo mejor, un nuevo camino que andar. ¡Y qué bueno! De otra forma, la vida sería muy aburrida.

 

El obstáculo de la excelencia, irónicamente, vive dentro de aquellos que ya son buenos profesionistas, padres, hijos, hermanos, trabajadores, jefes... Si alguien falla constantemente en lo que hace o en sus acciones, éste sabe que debe mejorar.

 

El problema está en aquellos que ya han saboreado el éxito: creen que ya se acabó el juego y por lo regular no les pasa por la cabeza que aún así, deben superarse.

 

Como todo valor, la excelencia comienza en casa. Una familia excelente se prepara, enseña a sus hijos a no creer en lo que aparenta ser suficiente, y ve el cielo como el límite. Padres e hijos aprenden de sus errores, pero éstos no son considerados como fracasos, sino como oportunidades.

 

La excelencia es una suma de valores que engloba a la responsabilidad, la disciplina, el respeto, entre otros. La honestidad con uno mismo es esencial en el proceso de la búsqueda de la perfección.

 

Es muy fácil caer en la ilusión de "nadie es mejor que nosotros", o "así como lo estamos haciendo está bien, al fin y al cabo, todos lo hacen igual". Es necesario que seamos capaces de reconocer cuando no estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo.

 

En una familia que practica la excelencia, el lema que rige las actividades dentro y fuera del hogar es: "Cuando hagas algo, por muy insignificante que parezca ser, no sólo lo hagas bien, sino sé el mejor". No importa si se trata de la tarea, ir a trabajar, o si tiene que ver con lavar los trastes, hacer las camas, barrer, dar un consejo o apoyar a los demás miembros de la casa.

 

En la excelencia no se escatima en esfuerzo y en el deseo de aprender nuevas cosas. Los niños y jóvenes deben estar conscientes de que la preparación profesional e intelectual nunca termina. Y más ahora, cuando por ejemplo ser bilingüe o licenciado ya no impresiona a nadie: para competir en el ámbito laboral, hoy es necesario ser trilingüe (mínimo), maestro o doctor.

 

El mundo cambia, y si nosotros no estamos preparados para los nuevos retos, termina por arrastrarnos. Es necesario rescatar el valor de la excelencia, sobre todo en el caso de aquellos que ya se creen excelentes. No hay mejor forma de hacerlo que inculcándolo en el núcleo del hogar, el cual es el único espacio en donde tenemos el amor incondicional necesario para convertirnos en mejores personas.

 

Hoy, quien no busca superarse se queda atrás. Quien se confía, fracasa por no estar preparado para los nuevos obstáculos. Quien sigue pensando que las cosas no cambiarán a pesar de los años, no vive en el mundo real y no tendrá las armas para hacer frente a nuevos enemigos.

 

Es necesario estar conscientes de que la búsqueda de la excelencia nunca termina, pero guarda muy gratas supresas en el camino.

 

 

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El celibato sacerdotal, ¿una forma de represión?

Por: Querien Vangal

Junio / 2009


Tanto se habla, se especula, se critica y hasta se insulta alrededor del tema del celibato sacerdotal que atrajo mi atención un artículo de la autoría del sacerdote Juan Morre.  El artículo gira alrededor de una carta que recibe:

Estimado P. Juan Morre:

Hace unos días conocí a un ex-sacerdote que ha fundado una asociación de ex-sacerdotes que aseguran que el celibato es una forma de represión y aparentan estar felices en su nuevo estado de vida como casados. La verdad, yo noté en sus ojos y en sus palabras un dejo de rencor y una especie de melancolía, pero no supe qué decir y todos los que estaban en la reunión se quedaron convencidos de que la Iglesia era una "tirana" por exigir el celibato a los sacerdotes. ¿Me puede explicar u orientar para tener una respuesta atinada en este tipo de casos?

Cristina

Estimada Cristina:

Sin duda es muy difícil pretender responder desde la teoría, a una situación como la que se plantea, en la que sin duda influyen muchos aspectos de la vida de la persona (afectos, sentimientos, psiquis, formación espiritual, doctrinal, intelectual, etc.)

El celibato es un medio valiosísimo para vivir con alegría la disponibilidad total a las necesidades de la Iglesia y de los hombres, ya que el célibe se consagra por entero al servicio de Dios y de los demás y a la administración de los sacramentos. En otras palabras el sacerdote, siendo célibe, se puede entregar por completo a todos los hombres ¿Sería esto posible si tuviese que atender a una familia y mantener unos hijos? ¿Podría amar con corazón indiviso a todos los hombres?

En esto aparecen varios elementos.

En primer lugar hay que considerar la libertad de la persona. Ni Dios ni la Iglesia obligan a nadie a asumir el sacramento del orden. Es un don de Dios concedido a la Iglesia. Dios da pastores a su pueblo. Por lo tanto aquél que se sabe llamado por el Señor, da una respuesta libre después de un largo proceso de formación.

Esa respuesta libre, asume todo lo que significa ser sacerdote: también el celibato que, como dice Paulo VI, es una riqueza para la Iglesia. Se supone que el sí que cada uno da, es meditado a la luz de la Palabra de Dios con todas sus exigencias y renuncias, como así también considerando la propia vida y las posibilidades de responder que cada uno tiene.

En segundo lugar el celibato es un don, un regalo de Dios que no es para todos, y que en el hoy de nuestra historia es exigido para la recepción y el ejercicio del sacerdocio. Por lo tanto en la Iglesia latina la presencia de este don puede considerarse junto con otras cualidades como signo de verdadera vocación. Quien no lo tiene, insisto, en el hoy de la
Historia de salvación, puede considerar que tampoco posee el llamado.

Un tercer elemento a considerar es la importancia de la formación para el amor que aquél que tiene el don del celibato por el Reino de los cielos, debe recibir. Muchas veces esta formación se reduce al aspecto genital o de relación con el otro sexo, sin considerar los aspectos positivos de la renuncia. Quien está llamado al celibato no renuncia al amor, por el contrario, es convocado a un amor superior, sobrenatural. Por ello nadie puede sentirse solo si descubre este amor.

En cuarto lugar debemos considerar en serio quién es el que llama. Aquél que nos invita a su seguimiento de un modo mas exigente "deja todo y sígueme", Él fue el primero en hacerlo y no sin esfuerzo. No juzgo, ni es mi tarea hacerlo, a quienes no pudieron mantener su promesa. Creo que es mejor que pidan la pérdida del estado clerical y la dispensa del celibato, antes que llevar una doble vida.

Pero me parece que antes de eso, deben buscar los medios para permanecer fieles. Buscar la ayuda de sus superiores, que a veces no es suficiente; la amistad sacerdotal, la oración sincera. Ante la crisis el sacerdote debería preguntarse por qué se siente solo, qué es lo que lo impulsa a buscar una compañía que pone en peligro su decisión vocacional. Sin duda, mantenerse célibe, es decir que sí cada día al Señor. Y sin duda el sí es la vida toda: el trabajo pastoral, la oración, la liturgia, la predicación, en fin, la dedicación al ministerio.

Cuando alguien falla en alguna de estas cosas o no es feliz, entonces busca sucedáneos y lo más fácil será encontrarlo en aquello en lo que el hombre es más débil.

Debemos volver a pregonar la pureza entre nuestros jóvenes. Debemos gritar que la virginidad y el celibato son un bien precioso que todos debemos custodiar. Tenemos que decir que todos, aun los casados, estamos llamados a la castidad, al buen uso del sexo.

Debemos acentuar el amor como el primer valor de la relación humana y repetir que el ejercicio de la sexualidad es signo de ese amor entregado en el matrimonio; que la renuncia a ese ejercicio es el signo del amor en el célibe o la virgen y que la pureza, la continencia de quienes están en búsqueda, manifiesta la verdadera fuerza del amor.

No creo que esto sea contradictorio si algún día la Iglesia permitiera el ministerio sacerdotal a hombres casados. Hoy no es así. Quienes hemos sido llamados a ser célibes no debemos preocuparnos por eso. En todo caso la preocupación debería pasar por la necesidad de atender adecuadamente al pueblo de Dios.

Esa remota posibilidad (de aceptar hombres casados) no traería soluciones al célibe sino problemas a la atención de la Iglesia. Por ello, que el célibe ame su celibato como un don de Dios y que lo cuide.

Si alguno no puede hacerlo, que no tema, la Iglesia que es Madre, tiene la solución por medio de la pérdida del estado clerical y la dispensa del celibato (c. 290 y 291). Si alguno no puede mantenerse fiel a su promesa, que tampoco se ponga en contra.

Termino con una consideración de san Anselmo: "Si alguno no comprende el misterio, que no lo rechace ni se oponga a él, sino que baje humildemente la cabeza y lo adore".



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Los medios y los niños

 

Por: Querien Vangal

Mayo / 2009

 

 

Los estudios muestran la necesidad de discernir

Los medios pueden ser una influencia positiva en las vidas de los niños y adolescentes, pero se necesita tener cuidado para evitar efectos secundarios negativos. Esta es la conclusión de una serie de diez breves documentos que acaban de publicarse en la revista Children and Electronic Media.

Los documentos son resúmenes de investigaciones llevadas a cabo por The Future of Children, que aúna la colaboración de la Woodrow Wilson School de la Universidad de Princeton y la Brookings Institution que promueve políticas y programas a favor de los niños.

Que los medios afectan el comportamiento es algo que creen los publicistas. El documento titulado "Marketing y Medios" observaba que, en el 2003, los adolescentes norteamericanos de entre 12 y 17 años gastaron 112mil millones de dólares. En el 2004, el gasto total de marketing en Estados Unidos en productos para niños se estimaba en cerca de 15mil millones de dólares.

La televisión todavía es el medio más importante para hacer publicidad dirigida a los niños, ya que estos ven al año cerca de 40mil anuncios en televisión.

Sacando provecho del hecho de que el marketing online para niños está bastante menos regulado que la televisión, el estudio observaba que los publicistas están desplazándose a internet. Los métodos incluyen poner anuncios en los juegos y usar foros de chat para promover productos.

Los profesionales del mercado también han desarrollado software de seguimiento que, en un ejemplo citado en el documento, permite a los niños transferirse música de la web, pero también envía de vuelta información al proveedor sobre las preferencias musicales de cada usuario.

Violencia

Una de las preocupaciones que siempre hay en cuanto a los niños y los medios es sobre el tema de la violencia. El documento concluía que, cuando los niños ven violencia, suelen actuar agresivamente, experimentar miedo, desarrollar percepciones irreales sobre la violencia que existe en el mundo real, o desarrollar estrategias morales menos desarrolladas.

Estas conclusiones, apuntaba el documento, se basan en cientos de estudios realizados sobre el tema del impacto de la violencia de los medios en los niños.

El documento comentaba que quienes ven mucha violencia televisiva se ven afectados en su capacidad de razonar moralmente. Tales niños es más probable que juzguen un hipotético uso de la fuerza como algo moralmente correcto. En general estos niños despliegan estrategias de razonamiento moral menos avanzadas.

La televisión no es la única que pone a los jóvenes en contacto con la violencia, puesto que muchos vídeo juegos representan gráficamente actividades violentas. "Los vídeo juegos más populares jugados por los jóvenes contienen violencia, y estos juegos violentos se han ligado a resultado cognitivos, emocionales y de comportamiento relacionados con la agresión", observaba el documento.

Otros efectos negativos

La violencia no es sólo un aspecto preocupante del uso de los medios. Un estudio reciente, publicado en la revista Pediatrics, mostraba un nexo entre televisión y actividad sexual, informaba el 3 de noviembre el Washington Post. Los investigadores siguieron a más de 700 chicos entre los 12 y los 17 años por el espacio de tres años.

Encontraron que los adolescentes que veían un montón de televisión con imágenes de flirteos, discusión de sexo y escenas de sexo eran más proclives que los demás a quedarse embarazadas ellas o ser la pareja de una embarazada ellos.

"El contenido sexual en televisión se ha doblado en estos últimos años, especialmente durante el periodo de nuestra investigación", afirmaba la directora de la investigación, Anita Chandra, según el Washington Post.

Otro artículo del Washington Post, con fecha del 2 de diciembre, informaba que investigadores del Instituto Nacional de Salud y de la Universidad de Yale encontraron fuertes conexiones entra la exposición a los medios y problemas como la obesidad infantil y el consumo de tabaco.

Los investigadores compaginaron los resultados de 173 estudios y resumieron los resultados. Aproximadamente el 80% de los estudios mostraban un nexo entre una mala salud y las horas o contenido de los medios, informaba el Washington Post.

El estudio también decía que el niño medio actual pasa un total de 45 horas a la semana usando diversas formas de medios, que incluyen televisión, películas, revistas, música, internet y vídeo juegos.

Los vídeo juegos también puede ser adictivos para algunos adolescentes. Un caso extremo ha sido el del adolescente canadiense Brandon Crisp, cuyos padres se preocuparon tanto por la cantidad de tiempo que pasaba en ello que le prohibieron todo uso, informaba el periódico Globe and Mail el 22 de octubre.

En vez de dejar de jugar, Brandon se escapó de casa el 12 de octubre. Después era encontrado muerto en el bosque, en apariencia, tras caer de un árbol.

El Globe and Mail afirmaba que la preocupación por el uso obsesivo de internet y de los vídeo juegos llevó al establecimiento, en el 2008, del Centro para la Adicción y la Salud Mental de Toronto, diseñado para tratar adolescentes adictos al juego, a internet y a los vídeo juegos.

"La tecnología nos ha golpeado como una bomba; la rapidez con la que está avanzando la tecnología, no la podemos ni siquiera describir desde una perspectiva de investigación", declaraba al Globe and Mail Cris Rowen, un terapeuta pediátrico ocupacional y especialista sensorial en Sechelt, Columbia Británica.

Nuevos desarrollos

Uno de los documentos consideraba el tema de los adolescentes e internet. La mensajería instantánea, las páginas de redes, el compartir vídeos, y los juegos online multijugador, son sólo algunas de las formas gracias a las que los adolescentes están online.

Hasta ahora la investigación se limitaba a los efectos de estas diversas y nuevas formas de interacción en los adolescentes, admitía el documento. Sin embargo, existe preocupación por el ciberbullying y el acoso online. Además, en muchos casos las víctimas de esto no saben la identidad de su agresor, haciendo más difícil detener el acoso.

Un artículo publicado el 18 de diciembre por el Wall Street Journal informaba de que un estudio de 3mil 767 escolares de enseñanza media, publicado en el Journal of Adolescent Health, encontró que el 11% admitía haber sido acosado recientemente en la web. Otro 7% afirmaba haber sido acosado y admitía haber acosado a otros. Un caso reciente tuvo que ver con una madre de Missouri que fue acusada de acoso, acoso que llevó a suicidarse a una chica de 13 años, informaba Associated Press el 28 de noviembre.

Un juzgado federal no logró condenarla por el principal cargo de conspiración contra Lori Drew, y fue encontrada culpable de tres delitos menores.

En el juicio, la fiscalía afirmó que Drew y otros dos crearon un chico ficticio de 16 años en MySpace y enviaron mensajes flirteando con la vecina adolescente, Megan Meier. El chico ficticio se descargó con Megan y la insultó, tras lo cual Megan se ahorcó.

Aunque la mayoría de las páginas son conscientes de tales problemas, el inmenso volumen de material hace difícil de controlar en la práctica lo que está ocurriendo. Según el artículo de Wall Street Journal, YouTube recibe 13 horas de nuevos vídeos cada minuto.

Ser padres

Uno de los documentos publicados por Children and Electronic Media, titulado "Ser Padres en un Mundo Saturado de Medios", comentaba que los padres se enfrentan a una tarea difícil al regular el uso de los medios por parte de sus hijos. No es sólo una cuestión de prevenir que los chicos usen los medios porque tienen aspectos positivos, como los programas de televisión educativos, continuaba el documento. También hacía notar que las campañas de marketing pueden promover un comportamiento sano entre los adolescentes.

Incluso los vídeo juegos pueden tener efectos positivos. Los estudios han descubierto que jugar a ellos puede aumentar la percepción visual e incrementar la capacidad de procesar información.

El documento, no obstante, apunta que el uso educativo de la televisión para niños pequeños y bebés es cuestionable. La investigación sugiere que por debajo de los tres años, los niños aprenden mucho más eficazmente de los ejemplos de la vida real que de las demostraciones en vídeo.

"Tome conciencia e implíquese", era la recomendación del documento. Concienciarse incluye comprender las diversas formas de medios usados por los niños, y también la cantidad de tiempo que dedican al uso de los mismos.

El documento también animaba a los padres a presionar a la industria de los medios para que desarrolle mejores contenidos, sistemas de calificación más cuidadosos, y recorten la publicidad inadecuada. No hay duda de que estas medidas podrían ayudar, pero más que nunca los padres tienen que asumir su responsabilidad, de forma que sus hijos desarrollen sanos hábitos de cara a los medios.

 

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¿El Fin de la Historia? Un mercado de trabajo brutal

Recopiló:  Antero Duks

Febrero / 2009

Francis Fukuyama, tuvo la inteligencia y el acierto de plantear el debate sobre la inminencia -a finales de la década de los ochenta- del final de la historia, dado que ya no quedaban competidores ideológicos serios para la democracia liberal (monarquía, aristocracia, teocracia, fascismo, totalitarismo comunista).

Su libro, que justamente, se llamaba, El fin de la Historia y el Último Hombre, también sostiene que ese individuo contemporáneo sabe que es mejor no arriesgar su vida por una causa......

A partir de ello, se generó un interesante debate intelectual -del que a continuación daremos algunos ejemplos-, sobre lo acertado o no del "fin de la historia" y de la actitud del "último hombre".

Veamos que opinan algunos autores:

"Tanto Hegel como Marx creían que la evolución de las sociedades humanas no era infinita, sino que acabaría cuando la humanidad hubiese alcanzado una forma de sociedad que satisficiera sus anhelos más profundos y fundamentales. Ambos pensadores, pues, postulaban un "fin de la historia"; para Hegel era el estado liberal, mientras que para Marx era una sociedad comunista.

Al llegar al final de la historia no quedan ya competidores ideológicos serios para la democracia liberal (monarquía, aristocracia, teocracia, fascismo, totalitarismo comunista). Lo único que queda es el islamismo.

El hecho de que en las más perfectas sociedades liberales continúen las principales desigualdades sociales significa que habrá una permanente tensión entre los principios gemelos de libertad e igualdad, en los cuales se basan esas sociedades. Esta tensión señalada claramente por Tocqueville, es tan "necesaria e inerradicable" como la desigualdad de la que se deriva. No hay ningún punto fijo o natural en el cual la libertad y la igualdad se equilibren, ni existe ninguna manera de alcanzar simultáneamente el grado óptimo de ambas.

El "último hombre", al final de la historia, sabe que es mejor no arriesgar su vida por una causa, porque se da cuenta de que la historia está llena de fútiles combates sin sentido en los cuales los hombres lucharon por si debían ser cristianos o musulmanes, protestantes o católicos, alemanes o franceses.

Las lealtades que empujaron a los hombres a desesperados actos de valor y sacrificio resultaron ser, a la luz de la historia subsiguiente, estúpidos prejuicios, como el Zaratustra de Nietzsche dice de ellos:"Pues así hablaste:"Somos enteramente reales, sin creencia ni superstición". Y así sacáis el pecho, pero ¡ay! está vacío", nos dice Francis Fukuyama en su libro El fin de la historia y el último hombre (Editorial Planeta - 1992).

"La democracia liberal que emerge en el fin de la historia no es totalmente "moderna". Para que las instituciones de la democracia y del capitalismo funcionen en forma adecuada, deben coexistir ciertos hábitos culturales premodernos que aseguren su debido funcionamiento. Las leyes, los contratos, y la racionalidad económica brindan una base necesaria, pero no suficiente, para la prosperidad y la estabilidad en las sociedades post-industriales es necesario que estas también estén imbuidas de reciprocidad, obligación moral, deber hacia la comunidad y confianza, que se basa más en el hábito que en el cálculo racional. Todas estas características, en una sociedad moderna, no constituyen anacronismos, por el contrario son el sine qua non de su éxito", nos dice Francis Fukuyama, en su libro Confianza (Trust) (Editorial Atlántida - 1996).

"Tras la victoria del capitalismo no se ha alcanzado en modo alguno el "fin de la historia", sino el fin del proyecto que tan osadamente se llamó "modernidad". Un cambio de época de dimensiones globales ha comenzado, dado que ya no son el ascenso y el bienestar sino la decadencia, la destrucción ecológica y la degeneración cultural las que determinan a ojos vista la vida cotidiana de la mayoría de la humanidad", nos dicen Hans-Peter Martin y Harald Schumann (ob. cit.).

"La derrota del comunismo difícilmente representa el fin de la historia. Es mejor asimilarla al fin de una guerra civil entre dos hijos de la ilustración europea. El fin de la guerra civil ha dejado, sin embargo, al ganador traumatizado. Ya no puede luchar una batalla negativa contra los males evidentes del totalitarismo burocrático. Ahora tiene que emprender una batalla positiva para realizar sus propios ideales de libertad e igualdad, y construir un orden político que inspire un apoyo fiel a una ciudadanía diversa y crítica. Y ello debe ser llevado a cabo frente a la resistencia de oponentes formidables. Los fundamentalistas religiosos en gran parte del mundo rechazan la separación del liberalismo entre iglesia y estado, y su insistencia en el derecho fundamental de cada persona para definir sus propios cielos e infiernos. Las sociedades neoconfucianas en Asia rechazan el desafío liberal a las jerarquías tradicionales y su celebración del derecho a ser diferente. Para las culturas indígenas de África y en algunos países de América Latina, los valores de la ilustración posiblemente son aún más difíciles de apreciar.

Dada la situación mundial, faltan 1000 años para poder sugerir, con Francis Fukuyama, que la victoria de la guerra civil contra el comunismo no deja a los liberales otra posibilidad que la de volver a las sórdidas satisfacciones consumistas de una sociedad de mercado. La verdad es muy diferente: si aprovechamos el momento, si extendemos el alcance de la democracia constitucional operando más allá del territorio central del liberalismo, quizás podamos ofrecer pruebas convincentes de que el liberalismo mereció ganar la batalla de 1989", nos dice Bruce Ackerman (ob. cit.).

"Vivimos un tiempo clave de la historia. Y aquí no se trata del "fin de la historia" (como han tratado de persuadirnos). Estamos en peligro, a merced de una economía despótica que al menos deberíamos situar, analizar, descifrar sus poderes y envergadura. Por mundializada que sea, por más que el mundo esté sometido a su poder, resta comprender, quizás decir, que lugar ha de ocupar la vida en ese esquema", nos dice Viviane Forrester (ob. cit.).

"Los choques de civilizaciones son la mayor amenaza para la paz mundial; un orden internacional basado en las civilizaciones es la garantía más segura contra una guerra mundial. En el mundo de la pos-guerra fría, las banderas son importantes y también otros símbolos de identidad cultural, entre ellos las cruces, las medialunas, e incluso los modos de cubrirse la cabeza, porque la cultura tiene importancia, y la identidad cultural es lo que resulta más significativo para la mayoría de la gente. La cultura y las identidades culturales, que en su nivel más amplio son identidades civilizacionales, están configurando las pautas de cohesión, desintegración y conflicto en el mundo de la pos-guerra fría.

En este nuevo mundo la política local es la política de la etnicidad, la política global es la política de las civilizaciones. La rivalidad de las superpotencias queda sustituida por el choque de las civilizaciones.

El mundo de la pos-guerra fría es un mundo con siete u ocho grandes civilizaciones (China, Japonesa, Hindú, Islámica, Latinoamericana, Africana).

El argumento de que la difusión de la cultura Pop y de bienes de consumo por todo el mundo representa el triunfo de la civilización occidental trivializa la cultura occidental. La esencia de la civilización occidental es la Carta Magna y no el Big Mac. El hecho de que los no occidentales puedan zamparse este no tiene consecuencias a la hora de que acepten o dejen de aceptar la Carta Magna.

Modernización no significa necesariamente occidentalización. Se pueden modernizar y se han modernizado de hecho sin abandonar sus propias culturas y sin adoptar indiscriminadamente valores, instituciones y prácticas occidentales. La modernización, por el contrario, fortalece esas culturas y reduce el poder relativo de occidente. En muchos aspectos, el mundo se está haciendo más moderno y menos occidental.

En los años veinte del siglo XXI (a cien años de su máximo poderío - 1920) Occidente controlará alrededor de un 24% del territorio mundial (frente al 49% al que llegó en su punto más alto), el 10% de la población mundial (frente al máximo registrado del 48%) y quizás un 15 - 20% de la población socialmente movilizada, aproximadamente el 30% de la producción económica del mundo (frente a un máximo probable del 70%, quizás el 25% del volumen de la producción manufacturera (frente a un punto culminante del 84%) y menos del 10% del potencial militar humano a escala mundial (frente al 45% de su momento más alto)", nos dice Samuel P. Huntington (ob. cit.).

"La Europa de los ciudadanos. No puede nacer de una unidad natural que no existe. Para realizarse, debe aceptar y superar diferencias muy reales, ancladas en las costumbres y en el inconsciente de los pueblos.

Entre 1965 y 1990, la mayoría de los sistemas ideológicos europeos están afectados por una inexorable mecánica de descomposición que destruye las creencias, debilita los partidos, transforma la naturaleza de las alineaciones políticas y crea en todas partes el sentimiento de un vacío y de una pérdida de sentido. La fe, en el sentido más amplio del término, tanto ideológico como religioso, abandona la política europea.

La solución de las metafísicas religiosas y sociales, que representaban esfuerzos del espíritu para escapar del mundo real, revela en el fondo una reconciliación de los hombres con el mundo. La renuncia al referente futuro es la validación del presente. La aceptación de la sociedad, de la vida tal como es, mata lógicamente el más allá religioso, socialista y nacionalista", nos dice Emmanuel Todd, en su libro La Invención de Europa (Editorial Tusquets - 1995).

"La constatación de que existe una enorme diversidad de naciones europeas en lo que a su relación con el extranjero se refiere implica la necesidad de revisar la construcción europea. El análisis antropológico de la inmigración va derecho al corazón de la definición de los grupos humanos, con lo que pone en evidencia con toda crudeza, el carácter de abstracción carente de contenido de la noción de Europa. La hipótesis de una unificación de los valores en un sentido universalista parece tener muy pocas posibilidades de convertirse en realidad", nos dice Emmanuel Todd, en su libro El Destino de los Inmigrantes (Editorial Tusquets - 1996).

"Los más importantes conflictos del futuro ocurrirán a lo largo de la falla cultural que separa las civilizaciones. El choque de las civilizaciones se está produciendo y tendrá lugar en dos niveles. Al micronivel, los grupos próximos a las fallas luchan, a menudo violentamente, por el control del territorio. Al macronivel, los estados de las diferentes civilizaciones compiten por el poder militar y económico, luchan por el control de las instituciones internacionales y de los terceros países, rivalizan en la defensa y promoción de sus propios valores políticos e ideológicos. Los choques entre civilizaciones están reponiendo las fronteras políticas e ideológicas de la guerra fría como líneas de ignición para la crisis y el derramamiento de sangre.

En virtud de ello algunos predicen un futuro caracterizado por:

·         la próxima confrontación de occidente con el mundo musulmán.

·         nuevos grandes choques entre eslavos, turcos, y entre musulmanes e hindúes.

·         la multiplicación de operaciones de "limpieza étnica".

·         y por último, la posibilidad de que "la nueva guerra mundial, de producirse, sea una guerra entre civilizaciones", nos dice el Grupo Lisboa (ob. cit.).

Deseamos participar en el debate con algunas reflexiones que tienen la intención última de avivar la polémica.

Comenzamos preguntándole -literariamente- a Fukuyama, si cuando sostiene que el individuo contemporáneo sabe que es mejor no arriesgar su vida por una causa, está asumiendo para el hombre -¿último?- del siglo XXI el rol que Tom Engelhardt (ob. cit.) describe así: "En Estados Unidos, es posible que el deporte cumpla en la actualidad mejor que la guerra los requisitos de la televisión total. En la década de 1980, las ligas, temporadas, juegos y emisiones televisivas de deporte de todo tipo se extendieron hasta el punto de que se produjo una vasta telaraña solapada de posibilidades de ver deporte. Como narrativa genérica en curso, el deporte puede ser el perfecto sustituto para la carencia de relato. Por una parte, siempre hay una historia: la carrera por el banderín, la copa del campeonato; por otra, es intrínseco al deporte que el relato se divide constantemente y se reconstruya en cada temporada. Ciertamente el deporte ha resultado más eficaz para movilizar audiencias en la butaca del salón a largo plazo que todas las guerras unilaterales, desde la de Granada hasta la del Golfo".

Es probable que ese soldado que ya no va a arriesgar su vida por una causa sea "instruido" -¿programado?- debidamente para ello como nos relatan Mercedes Odina y Gabriel Halevi (ob. cit.): ....."Además de todos los problemas sociales y políticos que el sistema educativo estadounidense arrastra en los últimos años se le ha venido a unir otro, que los profesores universitarios circunscriben en un nuevo alumnado, caracterizado por ser impaciente y devorador cliente televisivo. A la edad de 20 años, un joven medio americano ha visto 800.000 anuncios televisivos, es decir, 800 semanalmente. Los profesores de la universidad se quejan de que actualmente los alumnos parecen no comprender o simplemente discuten principios académicos eternos, como por ejemplo el principio de contradicción en la narración. Es corriente que en los exámenes los estudiantes afirmen una cosa, un párrafo más allá digan todo lo contrario como si estuvieran manteniendo lo mismo y, finalmente vuelvan a mantener lo del principio, en una lógica dominada por el caos de la continuidad narrativa. Los profesores de más de 40 años presencian perplejos este fenómeno, y afirman que la influencia de la estructura narrativa televisiva combinada con el zapping ha sido lo que ha provocado esta original irrupción del non-sequitor en la expresión de los jóvenes americanos".

Si observamos la franja de los alumnos pre-universitarios (los mismos autores nos informaban en anteriores capítulos): "En los años noventa, uno de cada seis jóvenes de 17 años es analfabeto funcional y uno de cada diez americanos no pueden leer ni entender el menú de McDonald's".

Ahora veamos que pasa con los mayores. "En 1993 un estudio federal mostraba que la mitad de los adultos estadounidenses no tenían los conocimientos suficientes para escribir una nota en inglés sin cometer un error o entender el recorrido de un autobús leyendo los indicadores".

Si bien ese "vuelo" del "último hombre" nos deja "sin esperanza y con miedo", no desearíamos ser tan fundamentalistas para pensar que "faltan 1000 años" para poder sugerir que la victoria contra el comunismo no deja a los liberales otra posibilidad que la de volver a las sórdidas satisfacciones consumistas de una sociedad de mercado (según piensa Ackerman).

Como liberales integrales -en el sentido Ackermaniano- que nos sentimos, intentaremos examinar -en algunos aspectos- la situación de la historia, para ver si se merece el status de haber llegado al "cum laude".

Citaremos al mismo Bruce Ackerman, cuando dice: "Un sistema de laissez-faire, por una parte, vastas concentraciones de riqueza heredadas, y una clase desposeída, sin educación, por otra. La mala distribución sistemática de la riqueza constituye una burla al ideal de igualdad política; es compatible, así mismo, con todo tipo de fallos del mercado: monopolización, degradación medio ambiental, y explotación masiva de la ignorancia del consumidor. Ningún liberal sensible debería estar satisfecho con esas injusticias manifiestas. Se requerirán generaciones de esfuerzo movilizado -muchos más nuevos comienzos- antes de que cualquier sociedad occidental empiece a aproximarse al ideal liberal de igualdad sin dominación".

En una entrevista, al poco tiempo de la muerte del comunismo soviético por descomposición interna, al Dr., Luis Rojas Marcos -Director de Salud mental de los Servicios Sanitarios de la ciudad de New York- se le preguntó, cual sería en el futuro el "enemigo de los Estados Unidos". Su respuesta -profética- fue: "ellos mismos".

Pues de eso se trata. Y es la base de nuestra crítica fundamental. El hecho que el capitalismo -que no es lo mismo que el liberalismo- haya quedado sólo sobre el ring, no lo exime de la exigencia democrática de otra sociedad. "Un mundo posterior a la burguesía y el capital, en que pudiese florecer una verdadera comunidad humana" (como dice François Furet).

Busquemos en los economistas de ayer las preguntas de examen para esta historia finalista.

·         El mercado libre no es un mercado indoloro (Ricardo)

·         Las incongruencias económicas del capitalismo: Lejos de aplaudir al capitalismo la mano invisible finalmente lo hace pedazos (Marx):

1.       caída de las tasas de ganancia y acumulación del capital

2.       creciente concentración del poder económico

3.       profundización de las crisis y depresiones

4.       ejército de reserva industrial

5.       creciente miseria del proletariado

Actualmente cuatro críticas y media (sólo no se cumple la caída de las tasas de ganancia) mantienen plena vigencia.

·         Las potencias aplican la libertad de comercio según sus intereses (Smith)

·         Los empresarios no defienden el interés general, sino su interés particular (Smith)

·         Los gobernantes deben prevenirse contra la influencia de los intereses económicos (y sus lobbies) (Smith)- Las industrias estratégicas deben ser protegidas (Smith)

Observaciones que mantienen plena vigencia e interés; y que son sistemáticamente tergiversadas por los apóstatas del liberalismo.

También hay un aforismo de Smith que convoca al examen de conciencia, humildad y regreso a las fuentes de más de uno de los "golden Boys" practicantes de la economía de Madonna:"Los principios que rigen la conducta prudente del jefe de familia "difícilmente" pueden considerarse insensatos en la de un gran reino".

Otras ideas de Smith que chocan con este final presagiado, pero no previsible, son las que nos recuerda John Kenneth Galbraith (en La cultura de la Satisfacción), cuando dice: "Quizás sea una lástima que pocos, quizás ninguno, de los que citaban a Adam Smith (como portavoz de la economía de la satisfacción) hubiesen leído su gran libro.

Smith fue en realidad el supremo pragmático y, entre otras cosas aceptaba plenamente un papel necesario y útil del estado. Expresaba también dudas alarmantes a algunas de las instituciones capitalistas más estimadas de nuestra época.

·         se oponía clara y tajantemente al apoyo mercantilista del estado a la gran clase comerciante, pues ello hubiera otorgado a esta, grandes privilegios arancelarios y monopolistas.

·         se oponía profundamente a las sociedades anónimas, a las grandes empresas que ahora llamamos corporaciones.

·         también insistía en que un país civilizado tiene gran cantidad de gastos necesarios que no lo son en absoluto en un país "bárbaro".

·         le atraía también la idea de un impuesto proporcional a la riqueza.

Smith no habría sido un firme defensor de los objetivos generales de la era de la satisfacción".

Sigamos encontrando asignaturas pendientes, capítulos sacrílegos e ideas de ayer que se resisten a ser enterradas por las leyes del mercado.

Nos comenta Albert Hirschman (ob. cit.) que: "Keynes mostró como, en una situación de subempleo, muchas instituciones de sentido común sobre las relaciones económicas no resultan de ningún modo falaces. Contrariamente a la Ley de Say, la sobreproducción general puede existir; el gasto deficitario del gobierno puede activar la economía; y, horror de los horrores, la imposición "mercantilista" de derechos de importación y los subsidios de exportación pueden mejorar la balanza comercial y el empleo doméstico".

Seguimos avanzando en el tiempo y el mismo autor nos dice: "Desde Carlyle y Marx hasta Marcuse y Fred Hirsch, el mercado (o la moneda) ha sido ásperamente criticado durante mucho tiempo por la manera en que subvierte todas las relaciones humanas y socava incluso los cimientos éticos de la sociedad, Robert Lane ha mostrado como "Todo un mundo de satisfacción y motivación.......cae fuera de los límites del intercambio. El mercado, al parecer, no es capaz de aprovechar algunas energías creadoras extremadamente valiosas que sólo se presentaran cuando no son provocadas por recompensas monetarias. La incapacidad del mercado para habérselas con lo "intrínseco" -algo tan importante como la satisfacción intrínseca del trabajo no recibe lo que le es debido en las cuentas que practica el mercado- es para él una razón fundamental del "fracaso del mercado".

Otro defecto importante del mercado es su poder de crear ilusión de que el éxito monetario posee la clave de la felicidad humana. Lane está convencido de que las dimensiones no monetarias de la felicidad -vida familiar y amigos, sentimientos de dirección y control sobre la propia vida, autoestima y cosas así- pesan mucho más que las dimensiones "meramente" materiales.

Para Lane, la gente a la que no le va bien en ciertos terrenos no monetarios esenciales de las relaciones humanas se sienten tentados a compensar estos fracasos mediante agotadores esfuerzos en el mercado. Trabajan en la ilusión de que teniendo éxito en el mercado alcanzarán la felicidad que se les ha escabullido. Así el mercado actúa como una tentación permanente que desvía a la gente de hacer un esfuerzo genuino por tomar en sus manos su propia vida allí donde eso es realmente importante. En este sentido la disponibilidad del mercado actúa como un peligroso saboteador de la verdadera felicidad".

Y llegamos, por fin, al ídolo de los "palmeros" de la libertad de mercado; Milton Friedman dice, que "la sociedad de mercado es una condición necesaria pero no suficiente para el surgimiento de la libertad política".

¿Podemos considerar que la humanidad ha alcanzado una forma de sociedad que satisface sus anhelos más profundos y fundamentales, como para reiterar, en 1995, junto a Francis Fukuyama en su libro Confianza (Trust) lo que podríamos llamar el "fin de la historia II"?.

Rizando el rizo el autor dice: "El corolario a la convergencia de las instituciones al "fin de la historia", es el reconocimiento generalizado de que, en las sociedades post-industriales, no será a través de la ingeniería social que se puedan lograr ulteriores mejoras. Ya no tenemos esperanzas realistas de poder crear una "gran sociedad" mediante abarcadores programas gubernamentales".

Intentaremos visualizar titulares y frases cortas -de muchos de los autores citados en capítulos anteriores- como si recorriéramos las autopistas de la información buscando hacer un balance de situación global:

Problemas internacionales: superpoblación, presión sobre la tierra, emigración e inestabilidad social.

·         Problemas comunes: equidad, economía, ecología.

·         Las tres cuartas partes más pobres de la humanidad padece de: malnutrición, hambruna, agotamiento de recursos, agitación social, emigración forzosa y conflictos armados.

·         El cuarto más beneficiado tiene las siguientes dificultades: crecimiento de la pobreza y marginalidad, desigualdades socioeconómicas, agresión a los sistemas de mantenimiento de la vida en el planeta, concentración de poder en unidades económicas incontrolables, movilidad financiera y de capitales industriales a nivel mundial esquiva al marco regulador basado en el estado-nación, estructuras oligopólicas en el sector financiero e industrial, desmantelamiento de la legislación laboral y programas sociales, crecimiento de la indiferencia frente a los excluidos.

·         Estados Unidos en particular tiene problemas de: asistencia médica, número de pobres, drogas, delincuencia y educación no superior.

·         Depresión silenciosa; agriculturización; subclase; del american dream al american downsizing; una sociedad no basada en el trabajo; desempleo estructural; un largo y evidente Contrato Social fue rescindido sin preaviso; dualización; polarización; el nuevo ejército en la reserva; el miedo; lumpen proletariat; el pobre ni siquiera vota; continuo aumento del número de desocupados; estancamiento del nivel de vida de los trabajadores; bolsones de pobreza y de miseria relativa; institucionalización de la pobreza; empleabilidad - trabajador a cero hora; adaptación hacia abajo; ansiedad; desarrollo de una underclass; inseguridad; angustia; miedo al mañana; desocupación masiva - vulnerabilidad que tetaniza a la sociedad.

Si los anteriores eran los efectos, veamos ahora las causas:

·         Capitalismo publicitario, financiero y corrompido.

·         Capitalismo sustituyendo al estado.

·         Liberación, privatización, desregulación.

·         Deflación competitiva; economía de casino; financierización de la economía; mergermanía; la sopa global; la Mc globalización; economía de Madonna; la cultura de la satisfacción; economía simbólica; capitalismo salvaje; el patrón megabyte; la clase consumidora ecológica; los contentos; 20 a 80 y tittytainment; turbocapitalismo; capitalismo asesino; global players; era imperial; época medieval; occidentoxicación; sociedad de hobbies y lobbies; zappingántropo o reflejántropo.

Con esas causas y efectos, ¿qué puede ocurrirle al "paciente" global?

·         Tendencia autodestructiva del capitalismo.

·          El motín urbano.

·         Conflicto mundial entre el decreciente número de los "poseedores", los ricos, los dominadores y la creciente masa de los "desposeídos", los miserables, los marginados.

·         Las burbujas siempre estallan.

·         Nos hallamos peligrosamente cerca de una gran depresión.

·         Los jóvenes de los barrios "carenciados" marginados por su condición, definidos geográficamente antes de nacer réprobos de entrada, son los excluidos por excelencia. El desastre no tiene solución ni límites, ni siquiera ilusorios.

·         A la gran mayoría le queda una última función importante que cumplir: la de consumidores. Consumir es nuestro último recurso. Nuestra última utilidad.

·         La devaluación del mundo humano aumenta en relación directa con el aumento de valor del mundo de las cosas.

·         Crisis de civilización y crisis del sujeto.

·         Un proceso de sustitución de las víctimas del progreso.

·         Reina un vacío total de significaciones.

·         En lugar de sujetos autónomos, sólo hay situaciones efímeras y en lugar de un espacio no hay sino percepciones dominantes.

·         Los perdedores tienen un voto y lo utilizarán. El terremoto social seguirá al político.

·         La guerra mundial no sucederá a la paz. Pero ya nunca habrá paz. Las guerras futuras serán guerras sin frente.

¿Algo más que preguntar?

¿Qué tan lejos puede llegar la desigualdad antes de que el sistema se derrumbe?

¿Cómo se puede detener el doble movimiento de globalización y privatización que debilita las antiguas formas de vida social y política?

¿Pueden los políticos aportar soluciones globales a los problemas globales?

· Superficialidad, incoherencia, esterilidad de ideas y versatilidad de las actitudes son las características de las direcciones políticas occidentales.

¿Quién es el policía que monta guardia? ¿Quien es el administrador del sistema?

·         A nuestro entender, los políticos hoy se dividen en, autores, cómplices o encubridores. Viven en un estado permanente de presunción de indecencia.

·         La justicia -del príncipe- se comporta en forma lacaya, servil y genuflexa, con un poder económico "sin rostro" en permanente solicitud de indulto anticipado.

Con un estado patrimonializado, con una justicia secuestrada, nos parece, como poco una "imprudencia temeraria" dejar en manos de algún presidente"sexópata", o de otro "alcohólico", la administración global del sistema.

Finalizamos este inventario, esta radiografía, este electroencefalograma, preguntándonos, preguntándoles -ahora si, "sin esperanza y sin miedo"- ¿habremos llegado al fin de la historia?

Con todas estas asignaturas pendientes ¿habrá terminado "el curso"?.

De ser así el fin sublimado, podrán hacer lo contrario de lo que han dicho, pero no podrán decir lo contrario de lo que han hecho.

 

"Envejecer es el unico medio de vivir más tiempo"
 



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