jueves, 17 de marzo de 2011

UNA INCREIBLE NOTICIA DESDE EGIPTO.

 

UN MUSULMAN MATÓ A SU ESPOSA PORQUE LA ENCONTRO LEYENDO LA BIBLIA.


ENTONCES DECIDIO NO TENER NADA QUE VER CON ELLA, NI CON SU DESCENDENCIA Y LA ENTERRÓ EN UNA CRIPTA ( COMO SE HACE EN EGIPTO) A ELLA MUERTA.

 

TAMBIEN SEPULTÓ EN LA CRIPTA A SU BEBE RECIEN NACIDO Y A SU HIJA DE 8 AÑOS "VIVOS".


ÉL DIJO A LA POLICIA LOCAL QUE UN LADRÓN ASESINÓ A SU FAMILIA Y LOS 
SEPULTÓ PORQUE PASARON VARIOS DIAS.

 

15 DIAS DESPUES DE LO SUCEDIDO UN TIO PARIENTE DE ÉL, FALLECIÓ DE CAUSAS NATURALES Y LA FAMILIA PROCEDIA A ENTERRARLO EN LAS SEPULTURAS JUNTO A LA CRIPTA DEL MUSULMAN.

 

TUVIERON QUE ABRIRLA PARA PASAR EL OTRO CUERPO, CUANDO DESCUBRIERON A LA NIÑA Y AL BEBE " Y ESTABAN VIVOS."


TODO EL PAIS QUEDÓ EN CHOQUE Y EL HOMBRE SERÁ EJECUTADO SEGUN LAS LEYES.

 

LA POLICIA PREGUNTO A LA NIÑA ¿COMO HIZO PARA SOBREVIVIR 15 DIAS ENCERRADA Y CON UN BEBE?


ELLA RESPONDIO MUY NATURALMANTE: "UN HOMBRE QUE USABA ROPAS BRILLANTES Y TENIA HERIDAS EN LAS MANOS VENIA TODOS LOS DIAS PARA ALIMENTARME Y SIEMPRE DESPERTABA A MI MAMA PARA QUE LE DE PECHO A MI HERMANITA".


LA NIÑA FUE ENTREVISTADA POR UNA CONOCIDA PERIODISTA DE UNA TV NACIONAL QUE TENIA EL ROSTRO CUBIERTO SEGÚN LA COSTUMBRE MUSULMANA.

 

LA NIÑA DIJO ESTO A LA TV: 'FUE JESUS QUIEN VINO A CUIDARNOS, AHORA SE QUE EL HACE COSAS ASI, LAS HERIDAS QUE EL TENIA EN LAS MANOS ES UNA PRUEBA QUE EL FUE CRUCIFICADO Y QUE ESTA VIVO".

 

QUEDO CLARO PARA TODO EL PAIS QUE ESA NIÑA NO PODIA INVENTAR ESA HISTORIA Y QUE DE VERDAD VIVIERON UN MILAGRO VERDADERO. LOS LIDERES MUSULMANES TENDRAN UN TRABAJO MUY DIFICULTOSO PARA EXPLICAR ESTA HISTORIA, ADEMAS QUE EN UN PAIS COMO EGIPTO EL FILM " LA PASION DE CRISTO " SE ESTA VOLVIENDO MAS REQUERIDO POR LA GENTE.


CON ESTA HISTORIA HAY LA CERTEZA QUE JESÚS ESTA EXPANDIENDO AUN HOY SU MILAGROSA PALABRA.


EXPANDE ESTA HISTORIA A TODOS

 

"BENDECIRÉ A LA PERSONA QUE COLOQUE SU CONFIANZA EN MI" (JEREMIAS 17).

 


Seguidores de aliens demandan al Papa

 

Por Jorge Enrique Mújica

Marzo de 2011

 

 

 

Sucedió en la Corte Penal Internacional de Justicia, de acuerdo a las informaciones de "The Irish Times" (cf. "Charges initiated against Pope for crimes against humanity", 23, de febrero de 2011): los alemanes Christian Sailer y Gert-Joachim Hetzel presentaron una demanda contra Benedicto XVI ante el fiscal de La Haya, Luis Moreno Ocampo, el 14 de febrero de 2011.

 

¿Los motivos? Se podría pensar que otra vez el tema de los abusos por parte de algunos miembros del clero, pero esta vez al menos no es la principal acusación. ¿Cuál es entonces? Según Sailer y Hetzel, miembros de la secta Universal Life (que afirman tener contacto con extraterrestres):

 

1.- Conservación de un régimen totalitario que pone en riesgo la salud de los católicos al "imponer penas" espirituales en razón de sus pecados.

 

2.- Dar el bautismo a los niños pequeños (sin pedirles permiso, dicen) y además quedándoles para siempre (el bautismo).

 

3.- No permitir el uso del condón.

 

Ya al final hacen alguna referencia a que "hay sospechas" de encubrimientos en el tema de los abusos. Ya en el año 2000 habían hecho una solicitud en Alemania para clasificar la Biblia como libro prohibido para niños.

 

Esta historia real oscila entre los anecdótico y lo risible: en lo primero porque ha pasado a la prensa como una nota de esas que se ponen cuando no hay mucho de qué informar; y en lo segundo, porque hay que tener demasiada imaginación para aventurarse a catalogar como crímenes contra la humanidad las tres acusaciones iniciales, si se conoce el Magisterio de la Iglesia.

 

Tan sencillo que hubiera sido entrar al website de la Corte Internacional de Justicia (enlace) para conocer algunos textos elementales. Pero, una vez más, lo de menos fue la imputación cuanto el ganarse los cinco minutos de "fama" a costa del buen nombre de un tercero.

 

Por lo menos en esta ocasión lo caricaturesco de las inculpaciones son más para reír que para confundir o causar preocupación

 

 



Opus Dei: su otra cara en el cine

Por Vanitatis.com

Fuente: Yoinfluyo

Marzo de 2011

 

 

Roland Joffé gesticula mucho mientras conversa. Lo hace rápido y frunciendo permanentemente el ceño. Dispara las palabras con confianza, es rotundo y su mirada es plácida. Se le nota cómodo ante los periodistas. No en vano, tiene experiencia en la dura labor de lanzar una película (es el director, entre otras, de "La Misión", 1986) y sabe de la importancia de este trabajo, una obviedad que muchos actores y directores parecen desconocer.

 

Su próximo trabajo va a dar qué hablar. "Encontrarás dragones" ("There Be Dragons") es una "biopic" centrada en la figura de Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. A pesar de que Joffé es agnóstico, la cinta está financiada en gran parte por miembros de la organización religiosa. Y da la sensación de que su opinión sobre el personaje no es la misma que antes de adentrarse en este proyecto.

 

P. ¿Ha sido libre para contar lo que quería en "Encontrarás dragones"  o el productor ejecutivo, Ignacio Gómez Sancha, miembro supernumerario del Opus Dei, le ha condicionado?

 R. ¿Quieres decir que si he sido un robot del Opus Dei? ¿Sugieres que he podido ser manipulado en la sombra? Pues no. La gente ve fantasmas donde no los hay. ¿Por qué inquieta tanto el Opus? No tengo la respuesta, pero no soy del Opus y eso no me impide que me interese conocerles. También los Jesuitas hace 200 años o los judíos hace 100 inquietaban a muchos.

 

Me he acercado a conocer lo que es el Opus y creo que mucha gente tiene una idea equivocada de ellos por desconocimiento. ¿Que influyen o tratan de influir en la Iglesia Católica? Pues sí, supongo, me parece lógico, es lo que pretenden todas las organizaciones eclesiásticas.

 

Pero si quieres saber si he tenido libertad para escribir y rodar lo que he querido te respondo claramente: "sí". Es mi película, no la película del Opus. Esta es mi historia, no han cambiado nada. Me atrevo a decir que un director tiene menos independencia cuando trabaja para una "major" que en una película que se produce como se ha producido ésta. 

 

P: ¿Cómo se ha financiado la película?

R: Yo soy uno de los productores, pero no soy la persona idónea para responder a esta pregunta. Ha habido muchos inversores a título individual. Creo que más de 100 personas.

 

P: ¿Todos del Opus?

R: Pues no lo creo, pero no lo sé, no me ha interesado saber eso. Una cadena de televisión española (Antena 3) ha comprado los derechos. ¿Es del Opus? No creo. Y aunque fueran todos del Opus, no todos allí piensan igual. A mí me han parecido gente normal, al menos los que he conocido. Y mi productor ejecutivo ha sido magnífico. Tiene enorme mérito, porque nunca antes había hecho una película y debuta con una producción de una gran envergadura. E insisto en que no me ha condicionado en mi trabajo, sabía a quién contrataba y para qué.

 

P: ¿De qué trata "Encontrarás dragones"?

R: Es una película sobre el perdón y la reconciliación; sobre cómo traer el amor al mundo; sobre la ausencia de amor y sobre cómo el vacío que deja éste lo ocupan cosas terribles como el miedo, el odio o la desesperación. Es una película sobre la santidad, sobre la experiencia religiosa no sólo en las iglesias, sino en el día a día. Lo que me gustó de Josemaría es su convicción de que para ser santo no tienes que retirarte a un convento ni ser cura, sino que es algo a lo que puede llegar cualquiera: la gente normal y corriente. Esto me parece hermoso.

 

P: Extraña que no diga usted que es una película sobre la Guerra Civil española…

R: Bueno, es que no es así, aunque evidentemente durante la Guerra Civil se desarrolla buena parte de la acción. En ese sentido, la Guerra es un símbolo. En las guerras salen siempre a relucir lo mejor y lo peor de los seres humanos.

La guerra española tuvo mucho eco en todo el mundo. Pero no la afronto con una visión ideológica. Quizá muchos en España se pueden dar cuenta de que sólo conocen una parte de lo ocurrido. Quizá todo fue mucho más complejo de lo que nos dice la historia.

Según refleja mi película, la gente podrá ver cómo personas que eran enemigas, que luchaban en bandos diferentes, con diferencias aparentemente irreconciliables, se movían en realidad por razones ideológicas muy parecidas.

He tratado de plasmar en la película el deseo de reconciliación. Me gustaría que se hablara de la Guerra con posiciones menos sesgadas. No hay nunca una sola verdad. España ha dado vueltas a un círculo criminal y la idea del individuo que está equivocado o no, del fanatismo, es crucial.

 

P: ¿Es la visión de un hombre de izquierdas?

R: La izquierda y la derecha tienen una visión de lo ocurrido que me parece sesgada, parcial. Por eso es bueno tratar de leer y escuchar a las dos partes para conformarse cada uno su propio criterio. Y analizando todo no desde el odio, sino desde la comprensión.

 

P: Sabe que va a ser una película polémica, ¿verdad?

R: Me gustaría que no fueran al cine con posiciones apriorísticas: unos con me gusta el Opus, los otros con que no; unos con que Josemaría era horrible, los otros con que era un santo; unos diciendo que el director es de izquierdas, los otros con que no lo es. Os gusta mucho a los españoles poner etiquetas. La vida tiene matices, no siempre las cosas son blancas o negras, no se ha de estar en un extremo u otro.


P: Hay una secuencia en la que una joven que se confiesa con Escrivá en un parque por temor a entrar en una iglesia le besa al terminar la confesión. ¿Le preocupa cómo puedan reaccionar ante esa escena los más conservadores?
R: Se habrá fijado en la edad de la chica. Es verdad que él es un cura, pero es un chico joven. Es cura, sí, pero es un ser humano, como ella. Josemaría es humano, pero sabe que es un sacerdote que no dice "no" al sexo porque lo considere algo malo, sino porque ha optado por ese camino, por ser cura.

Es un momento muy humano de la película y es importante para la historia que he querido contar. Es una expresión de humanidad. Me gusta esa escena, sí. La película tiene esos momentos privados, de espiritualidad, en los que se llora y se ve a gente joven que va a matar a un cura, y se perciben sentimientos trágicos, terribles en los unos y en cómo lo sufren los otros. He tratado de ser honesto.

 

 



La felicidad no consiste en el frenesí, sino en la armonía

 

Acción Familia

Febrero 2011

 

 

 

'La verdadera felicidad no consiste en la tensión absoluta, ni en la estabilidad absoluta, sino el armonía entre ambas cosas'.

 

Hemos sido habituados a la idea de que sólo en las sensaciones -en Brasil diríamos en la "torcida"- se encuentra la felicidad. La palabra "torcida" es tomada aquí como sinónimo de agitación, de frenesí. 'Cuando no se tiene esto en la vida, la persona se juzga infeliz. De hecho, es un infeliz, pero por otra razón: por haber perdido la noción de la verdadera felicidad'.

 

Sin "torcida", el relacionamiento entre las personas se ennoblece. La vida no puede ser una competencia de egoístas, que saltan y pisan unos sobre los otros, en una batalla dantesca, fingiendo reír y encontrar un placer enorme en la existencia, pero dilacerándose mutuamente y sintiendo que la vida no tiene sentido.

 

Plinio Corrêa de Oliveira

 

La "torcida" es causada frecuentemente por una tendencia viciosa para la autosuficiencia. 'Creo que entre autosuficiencia, orfandad y neurosis hay una relación muy próxima. Muchas veces me he preguntado si yo sería una persona tranquila, como soy, si no hubiese tenido el afecto de mi madre'. Puedo decir de ella que fue 'la dignidad sin fortuna, la dulzura sin cobardía, la intransigencia sin rigidez, la nobleza sin arrogancia'.

 

 

La "felicidad de situación".

 

Este problema lleva a otro, muy relacionado: ¿puede haber felicidad sin placer?

 

La respuesta es positiva. El placer requiere sensaciones, y éstas no siempre traen la felicidad.

 

Aún el placer lícito puede constituir una celada, pues devora a quien se entrega a él fuera de una medida razonable. Santo Tomás de Aquino, examinando la relación entre felicidad y placer, cita a Boecio: "Quien decida mirar los excesos de su pasado percibirá que tales placeres tienen un triste fin". (De Consolatione Philosophiae, apud Santo Tomás, Suma Teológica I-II,q. 2, a. 6, sed contra).

 

Por lo tanto, el placer es como la sal: debe ponerse en una dosis justa.

La Providencia Divina, que es materna y bondadosa, permite que la gran mayoría de los hombres tenga por lo menos una parte de felicidad en esta vida, aunque quiere que los hombres a quienes Ella ama más pasen por períodos en que la felicidad desaparece completamente.

 

Son los grandes períodos de la vida. Se hace noche y la felicidad desaparece. Incluso la consolación sobrenatural se eclipsa. Entonces entra en el túnel oscuro de una gran infelicidad. Pero los males críticos, muy agudos, generalmente no duran. Y así se va viviendo.

 

Otra vía diferente es la de la felicidad sin placer. Hay fases de la historia de ciertos pueblos, de ciertas civilizaciones, en que el placer es tan excepcional en la vida, la diversión tan poco frecuente, que es como si no existiesen. Son dos o tres fiestas por año, de cualquier naturaleza, y fuera de esto las personas no se divierten. ¿Puede ser feliz una persona en estas condiciones?

 

Una típica

 

Si, con certeza, si comprende bien su situación y sabe encontrar en ella la felicidad que ésta puede concederle. Es lo que se puede llamar felicidad de situación.

 

Un ejemplo, el hacendado brasileño en el tiempo del Imperio.

 

Consideremos la vida del hacendado brasileño en el tiempo del Imperio.

 

¿Cómo vivía? ¿Cómo vivía su familia?

 

Él tenía la tendencia de aislarse en su propia hacienda, llevando allí una vida plácida, ya que entonces no existía el automóvil…

 

Habitualmente tenían dos o tres diversiones por año. Era la fiesta de la Novena del Patrono de la Parroquia en la ciudad próxima. Eran algunos días en los que el hacendado iba con toda su familia a la ciudad.

 

Fuera de eso, él era el patriarca, es decir, el hombre en función del cual se componía la vida de la hacienda. Era el líder natural. Si los inquilinos tenían un problema, él era quien los ayudaba a resolverlo.

 

En ese pequeño lugar, tenía uno de los gustos que la vida puede dar a un hombre: la felicidad de la honorificencia, de ser honrado, de recibir el respeto, la consideración que merece la función que ejerce.

 

El hacendado antiguo era un ejemplo de felicidad sin placer, pero felicidad verdadera, aunque hoy pueda parecer lo contrario.

 

Pensamientos de Plinio Corrêa de Oliveira, in A Inocencia primeva e a contemplação do Universo,

 



El derecho a la vida y las políticas sociales


La acogida de la vida forja las energías morales y capacita para la ayuda recíproca


Querien Vangal

 

 

El tema de la vida está muy presente en la Caritas in veritate (CV), no como un argumento entre argumentos sino como un elemento clave de la sabiduría social y política. La CV trata explícitamente del tema de la vida sobre todo en los párrafos 28, 44, 48, 74 y 75. Hay detalles interesantes en el nº51 que hace referencia al esfuerzo de la Iglesia en la protección de lo creado que mencionaré más tarde. Del análisis de estos párrafos se ve muy bien cómo la lógica de la vida influye en las políticas que afectan a todos los ámbitos y no puede absolutamente ser confinada a un área específica.


En el párrafo nº28, por ejemplo, se dice que: "Si se pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social. La acogida de la vida forja las energías morales y capacita para la ayuda recíproca". En otras palabras el desprecio a la vida corrompe el "capital social" (nº32) de una comunidad política, por esto "La apertura a la vida está en el centro del verdadero desarrollo".


En el párrafo 44 se habla de las políticas demográficas. La encíclica reitera los daños económicos ya conocidos causados por el invierno demográfico - desde la crisis de los sistemas del bienestar hasta el empobrecimiento de las redes de solidaridad intergeneracional, pero sobre todo confirma la idea de que el crecimiento demográfico es también un valor económico: "Grandes naciones han podido salir de la miseria gracias también al gran número y a la capacidad de sus habitantes" - el pensamiento va automáticamente a China o a India. "Al contrario, naciones en un tiempo florecientes pasan ahora por una fase de incertidumbre, y en algún caso de decadencia, precisamente a causa del bajo índice de natalidad, un problema crucial para las sociedades de mayor bienestar".



¿Cuántas políticas sociales están relacionadas con el control de la natalidad?

En ocasión de la reciente crisis financiera algunos observadores han puesto en evidencia que su origen está en la crisis demográfica, que han enrarecido el mercado y empujado a las empresas, siendo cómplices los productos financieros derivados, a vender a crédito con gran facilidad. No es más que un ejemplo de las profundas conexiones existentes entre el control de la natalidad y la pobreza económica en un largo periodo.


En el párrafo 48 se analiza el vínculo entre la ecología natural y la ecología del respeto de la vida humana. El párrafo tiene una continuación natural en los números 74 y 75 sobre la importancia social y política de la bioética. Leemos aquí uno de los pasos más inquietantes de la encíclica entera. El Papa ha hablado del aborto, de la planificación eugenésica de los nacimientos y de mens eutanasica. Después prosigue de esta manera "¿Quién puede calcular los efectos negativos sobre el desarrollo de esta mentalidad? ¿Cómo podemos extrañarnos de la indiferencia ante tantas situaciones humanas degradantes, si la indiferencia caracteriza nuestra actitud ante lo que es humano y lo que no lo es? Sorprende la selección arbitraria de aquello que hoy se propone como digno de respeto. Muchos, dispuestos a escandalizarse por cosas secundarias, parecen tolerar injusticias inauditas. Mientras los pobres del mundo siguen llamando a la puerta de la opulencia, el mundo rico corre el riesgo de no escuchar ya estos golpes a su puerta, debido a una conciencia incapaz de reconocer lo humano".


Resulta raro cómo tantos entre los mismos católicos, inclusive organismos e instituciones religiosas en primera línea al frente del desarrollo y conferencias episcopales, no hayan entendido todavía este nexo inquebrantable que une el respeto a la vida y el auténtico desarrollo. Incluso el concepto de ecología ambiental tiende a interpretaciones ideológicas -el ecologismo- si no está estrechamente unido a la ecología natural humana, cuyo primer principio es el respeto a la vida: "Si no se respeta el derecho a la vida y a la muerte natural, si se hace artificial la concepción, la gestación y el nacimiento del hombre, si se sacrifican embriones humanos a la investigación, la conciencia común acaba perdiendo el concepto de ecología humana y con ello de la ecología ambiental". (nº51)


Como se puede ver en estas observaciones, el tema de la vida está en el origen de toda reflexión sobre la sociedad, su naturaleza y sus objetivos y está estrechamente conectado con todos los aspectos de la política, por lo que se puede verdaderamente decir que todo cambia si se está a favor o en contra de ella. No haré una recopilación de las posibles políticas sociales para demostrar este tema. Un ejemplo interesante de esta centralidad política del derecho a la vida nos lo dieron los obispos de los Estados Unidos durante la campaña electoral americana de 2008 y en el debate para la aprobación de la reforma sanitaria de ese país. Durante la campaña electoral muchos obispos insistieron en la prioridad política que tenía el tema de la vida, otros en cambio se posicionaron contra la lógica del "single issue" sosteniendo que hay un sí al aborto pero también lo hay para la pobreza o la inmigración. En un momento dado los obispos de Texas hicieron una aclaración, y después lo hizo la Conferencia Episcopal. Los obispos texanos declararon que mientras el tema de la pobreza, o el de la inmigración, admite muchas soluciones y por tanto deja espacio a elecciones prudentes de carácter político, el de no matar es una prohibición moral absoluta y como tal no se puede derogar. Por tanto, este tema no se puede poner al nivel de otras exigencias. Por otro lado esto ya se había dicho con autoridad en la Nota doctrinal de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y comportamiento de los católicos en la vida política, en 2002. y está siempre presente en el magisterio ordinario de Benedicto XVI y se encuentra de forma significativa en los llamados principios no negociables y en la idea de que la democracia no es un compromiso a la baja porque el bien común no es el menor mal común.


En el debate sobre la reforma sanitaria, los obispos norteamericanos han intervenido de muchas maneras, entre las cuales destaco dos carta dirigidas al Congreso en las que se puntualizaba las críticas al texto de la ley, que se comparaba a la de la precedente administración republicana y se hacían propuestas jurídicas concretas y administrativas a este respecto. El esfuerzo de la Iglesia católica en los Estados Unidos sobre estos temas es digno de alabanza y las estadísticas dicen actualmente que los frentes pro choice y pro life tienen igual número de seguidores lo que quizás ha inducido a Obama a eliminar de la reforma la parte referente al derecho a la vida.


Querría concluir con una reflexión sobre un aspecto de grande interés e importancia según mi opinión. El párrafo nº 51 dice que "la Iglesia tiene una responsabilidad respecto a la creación". Se trata de una afirmación que tiene muchas consecuencias importantes que podemos entender mejor recordando lo que Benedicto XVI dijo el pasado diciembre en un discurso memorable a la curia romana para felicitar la Navidad. "Porque la fe en el Creador es una parte esencial del Credo Cristiano, la Iglesia no puede y no debe limitarse a trasmitir a sus fieles solamente el mensaje de la salvación. Tiene una responsabilidad por lo creado y debe hacer valer esta responsabilidad también en público. Y haciéndolo, debe defender, no solamente la tierra, el agua y el aire como dones de la creación pertenecientes a todos. Debe proteger también al hombre contra la destrucción de sí mismo. Es necesario que exista algo así como una "ecología del hombre", entendida en el sentido justo. No se trata de una metafísica superada si la Iglesia habla de la naturaleza del ser humano como hombre y mujer y exige que este orden de la creación sea respetado... Las selvas tropicales merecen, sí, nuestra protección, pero no menos la merece el hombre como creatura". El tema de la vida (y de la familia) se coloca en el mismo punto en el que la misión pública de la Iglesia se encuentra con la política. La Iglesia no cederá nunca en este punto; los católicos no dejarán de esforzarse en este ámbito, la política no se liberará nunca de esta espina en el costado.



 

 



Echarle una mano a Dios

 


Pasamos la vida mirando al cielo y pedir a Dios que venga a resolver personalmente lo que es tarea nuestra mejorar y arreglar.


Autor: José Martín Descalzo

Fuente: Catholic.net

 


En una obra del escritor brasileño Pedro Bloch encuentro un diálogo con un niño que me deja literalmente conmovido.


— ¿Rezas a Dios? —pregunta Bloch.


— Sí, cada noche —contesta el pequeño.


— ¿Y que le pides?


— Nada. Le pregunto si puedo ayudarle en algo.


Y ahora soy yo quien me pregunto a mí mismo qué sentirá Dios al oír a este chiquillo que no va a Él, como la mayoría de los mayores, pidiéndole dinero, salud, amor o abrumándole de quejas, de protestas por lo mal que marcha el mundo, y que, en cambio, lo que hace es simplemente ofrecerse a echarle una mano, si es que la necesita para algo.


A lo mejor alguien hasta piensa que la cosa teológicamente no es muy correcta. Porque, ¿qué va a necesitar Dios, el Omnipotente? Y, en todo caso, ¿qué puede tener que dar este niño que, para darle algo a Dios, precisaría ser mayor que El?


Y, sin embargo, qué profunda es la intuición del chaval. Porque lo mejor de Dios no es que sea omnipotente, sino que no lo sea demasiado y que El haya querido «necesitar» de los hombres. Dios es lo suficientemente listo para saber mejor que nadie que la omnipotencia se admira, se respeta, se venera, crea asombro, admiración, sumisión. Pero que sólo la debilidad, la proximidad crea amor. Por eso, ya desde el día de la Creación, El, que nada necesita de nadie, quiso contar con la colaboración del hombre para casi todo. Y empezó por dejar en nuestras manos el completar la obra de la Creación y todo cuanto en la tierra sucedería.


Por eso es tan desconcertante ver que la mayoría de los humanos, en vez de felicitarse por la suerte de poder colaborar en la obra de Dios, se pasan la vida mirando hacia el cielo para pedirle que venga a resolver personalmente lo que era tarea nuestra mejorar y arreglar.


Yo entiendo, claro, la oración de súplica: el hombre es tan menesteroso que es muy comprensible que se vuelva a Dios tendiéndole la mano como un mendigo. Pero me parece a mi que, si la mayoría de las veces que los creyentes rezan lo hicieran no para pedir cosas para ellos, sino para echarle una mano a Dios en el arreglo de los problemas de este mundo, tendríamos ya una tierra mucho más habitable.


Con la Iglesia ocurre tres cuartos de lo mismo. No hay cristiano que una vez al día no se queje de las cosas que hace o deja de hacer la Iglesia, entendiendo por «Iglesia» el Papa y los obispos. «Si ellos vendieran las riquezas del Vaticano, ya no habría hambre en el mundo». «Si los obispos fueran más accesibles y los curas predicasen mejor, tendríamos una Iglesia fascinante». Pero ¿cuántos se vuelven a la Iglesia para echarle una mano?


En la «Antología del disparate» hay un chaval que dice que «la fe es lo que Dios nos da para que podamos entender a los curas». Pero, bromas aparte, la fe es lo que Dios nos da para que luchemos por ella, no para adormecernos, sino para acicateamos.

«Dios —ha escrito Bernardino M. Hernando— comparte con nosotros su grandeza y nuestras debilidades». El coge nuestras debilidades y nos da su grandeza, la maravilla de poder ser creadores como El. Y por eso es tan apasionante esta cosa de ser hombre y de construir la tierra.


Por eso me desconcierta a mi tanto cuando se sitúa a los cristianos siempre entre los conservadores, los durmientes, los atados al pasado pasadísimo. Cuando en rigor debíamos ser «los esperantes, los caminantes». Theillard de Chardín decía que en la humanidad había dos alas y que él estaba convencido de que «cristianismo se halla esencialmente con el ala esperante de la humanidad», ya que él identificaba siempre lo cristiano con lo creativo, lo progresivo, lo esperanzado.


Claro que habría que empezar por definir qué es lo progresivo y qué lo que se camufla tras la palabra «progreso». También los cangrejos creen que caminan cuando marchan hacia atrás.


De todos modos hay cosas bastante claras: es progresivo todo lo que va hacia un mayor amor, una mayor justicia, una mayor libertad. Es progresivo todo lo que va en la misma dirección en la que Dios creó el mundo. Y desgraciadamente no todos los avances de nuestro tiempo van precisamente en esa dirección.


Pero también es muy claro que la solución no es llorar o volverse a Dios mendigándole que venga a arreglarnos el reloj que se nos ha atascado. Lo mejor será, como hacía el niño de Bloch, echarle una mano a Dios. Porque con su omnipotencia y nuestra debilidad juntas hay más que suficiente para arreglar el mundo.

 



Crisis

 

Por Federico Müggenburg

Fuente: Yoinfluyo.com

Marzo de 2011

 

 

El catecismo más elemental siempre ha considerado que las potencias del alma son la memoria, la inteligencia y la voluntad. Cada una de ellas referida a su propia naturaleza: la memoria permite recordar los acontecimientos pasados para considerar su experiencia en función del bien o del mal que acarrearon, la inteligencia como elemento iluminador de la verdad a perseguir y encontrar y, la voluntad como el motor que impulsa las acciones conducentes a dar a cada quien lo que le corresponde.

 

Si esta consideración es aplicable a cada persona en lo particular, también lo puede ser, por analogía, a un conjunto de personas, como una nación, en algún momento determinado de su historia.

 

Quizá este método de reflexión sirva para explicar con mayor precisión lo que está ocurriendo en México en este momento tan definidor de su futuro como nación. La memoria parece estar perdida, la inteligencia oscurecida y la voluntad debilitada. Se puede decir entonces que hay una situación de crisis en estas tres potencias del alma nacional. La memoria de México, pudo vivir un importante capítulo con el ejercicio que implicó la conmemoración del bicentenario del inicio de la guerra de independencia.

 

Hubo la gran oportunidad de identificar los elementos fundamentales de nuestra identidad nacional, con sólo hacer memoria de ciertos hechos fundacionales -expresados en el significado genuino de la bandera nacional y el himno nacional- que las celebraciones oficiales no tomaron en cuenta, o no lo hicieron con el énfasis necesario para recrear un estado de conciencia sobre los bienes y los males que nos han acarreado ciertos acontecimientos, como han sido:

 

a.- La injerencia ilegítima de potencias extranjeras, ya sea por vía de sus embajadores o sus intervenciones militares, en las decisiones que sólo competen a los mexicanos;

 

b.- La profunda división de los mexicanos en bandos tan opuestos, que sólo tuvieron como consecuencia la perdida de vidas, de recursos y de más de la mitad del territorio nacional; y

 

c.- Los amplios períodos anárquicos por falta de instituciones sólidas de orden jurídico, político y social, como fueron los primeros 56 años de vida independiente en el que se ensayaron 12 modelos políticos diferentes, enmarcados entre el fusilamiento de Agustín de Iturbide y el de Maximiliano de Habsburgo y los 15 años de luchas fratricidas entre "caudillos y caciques revolucionarios" que se disputaban la silla presidencial, entre el asesinato de Francisco I. Madero y el de Álvaro Obregón.

 

Ambos sucesos antecedentes respectivamente de modelos autoritarios: el porfiriato, que duró 33 años y el priato, con 72 años.


La inteligencia se ha venido oscureciendo, al carecer de referentes iluminadores de la identidad cultural forjada en los primeros 300 años, posteriores a la consumación de la conquista y son ignorados por la "historia oficial". En ellos se alcanzó un alto esplendor cultural, manifestado en la solidez de las instituciones y en la expresión de la cultura y las bellas artes, ubicadas en el mismo nivel de las europeas de entonces.

 

Esto se puede manifestar en dos figuras simbólicas de alta calidad como lo fueron sor Juana Inés de la Cruz y Francisco Xavier Clavijero S.J. Hoy la inteligencia nacional está "ideologizada" y sus manifestaciones parecen significarse en las vulgares expresiones "artísticas" y "culturales" que exaltan los medios de comunicación masiva, que han degradado desde el lenguaje, hasta las costumbres, con la promoción de los vicios, los delitos y los pecados como "propuesta política", en los procesos electorales.

 

La voluntad, sobre todo lo que hoy se denomina la "voluntad política", que parece sólo estar vigente en los grupos políticos que obstaculizan desde el poder legislativo las urgentes adecuaciones jurídicas de nuestro marco legal, para avanzar en la consolidación de la transición de un viejo sistema político autoritario, aderezado por la corrupción, a otro de carácter genuinamente democrático.

 

La parálisis política y la confusión partidista que se manifiesta por todas partes es la señal clarísima del debilitamiento de la voluntad en los propósitos, no sólo de las autoridades, sino también de las instituciones sociales que por falta de una tradición de ejercicio político congruente y perseverante, están a la expectativa de lo que "otros" deberían hacer.

 

Ya no se diga de cómo las instituciones llamadas por su naturaleza a ejercer la justicia entre los mexicanos, están lastradas por vicios de origen y operación, que asustan y atemorizan en vez de dar confianza.

 

Y ciertamente no todo es pasividad en la sociedad actual, pero la inercia de las atrofias históricas y las fallas en estas tres potencias del alma nacional, son el indicador más elocuente del estado de situación en el proceso nacional, que tiene todavía vigentes los elementos esperanzadores de cambio de actitudes frente a la degradación que hoy reflejan los medios de comunicación masiva. Grandes centros de poder siguen siendo los que definen las proyecciones al futuro.

 

Medios de comunicación masiva, enclaves de la delincuencia organizada y administrada muy arraigados y, el temor generalizado de una sociedad que requiere con urgencia, recobrar la memoria de nuestra identidad cultural, acentuar la inteligencia iluminada por las verdades a las que hay que adherirse y fortalecer la voluntad en el logro de los objetivos del bien común que debemos conquistar.

 

No es ocioso recordar y ratificar que el logro del bien común, consiste en propiciar las condiciones para que cada persona y las instituciones conformadas por personas, logren la plenitud de sus potencialidades. En otras palabras, lograr que la infraestructura jurídica, política, social y material permitan y propicien la plenitud de las potencialidades de las personas y sus instituciones.