Por: Andrés Becerril
19-Febrero-2010
El ex mandatario arribó al poder por una coalición PAN-PRD-PT y sostiene que la clave está en la repartición de puestos y de candidaturas
Antonio Echevarría Domínguez, quien en 1999 ganó la gubernatura de Nayarit como candidato de una alianza entre el PAN, el PRD y el PT, aseguró que las coaliciones que tanto se debaten en este momento "son buenas porque buscan terminar con el monopolio del poder y el monopolio de la política que tiene el PRI".
Echevarría Domínguez, que se ufana de haber sido "de los primeros que logró juntar a los diablos y a los santos, al PAN y al PRD, al agua y la aceite", sostuvo vía telefónica que en política no hay ideología.
"Las alianzas no son ideológicas, porque en la política no existe la ideología, existen los intereses, que no se confundan ni el PAN ni el PRD ni el PRI", señaló el ex gobernador nayarita.
Echevarría Domínguez, que había sido priista toda su vida hasta antes de que el gobernador Rigoberto Ochoa Zaragoza lo dejara fuera de una lista de posibles aspirantes a sucederlo, cuenta cómo congenió con los partidos que lo postularon cuando fue candidato y cuando llegó a la administración pública estatal.
"Fue una experiencia como nunca van a volver a tener el PAN y el PRD. Les entregamos inmejorables posiciones. El PRD tuvo la presidencia municipal de la capital, el PT de la segunda capital, que es Santiago, el PAN se quedó con Ruiz y Tuxpan, gobernábamos como 70 por ciento del territorio.
"Pero lo que pasó fue que mucha de la gente que se metió en la alianza no tenía experiencia y fue ahí cuando empezaron los problemas, los celos y a la mitad del camino ya no había alianza, y el PRI retomó el poder porque la gente ignorante sigue votando por el PRI", dijo Echevarría Domínguez.
El ex mandatario estatal, que retomó sus negocios después de su mandato entre 1999 y 2005, recuerda cómo una parte fundamental de la alianza que él encabezó fue la repartición de puestos en la administración estatal y de las candidaturas a puestos de elección popular.
"Pero el que realmente hizo la alianza en Nayarit fue Emilio González Márquez (actual gobernador de Jalisco). Emilio vino como comisionado del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, con la representación personal de Luis Felipe Bravo Mena (entonces líder nacional panista) y se encerró con los del PRD y en hora y media se hizo la alianza.
"Lo que no habíamos podido hacer en 15 o 20 días él lo arregló. 'Esto es pa'mí, esto es pa'ti', les dijo. En donde tenía más ascendencia cada partido se pusieron de acuerdo y se nombró al candidato, y así se ganó. Quien diga que la ideología obstruye las alianzas es una mentira, es pura mentira, son puros intereses los que hay", sostuvo el ex gobernador.
Cuenta Echevarría que para la formación de una de las alianzas triunfadoras que tuvieron el PAN y el PRD, hace más de diez años la otra fue la de Pablo Salazar Mendiguchía en Chiapas, el papel tanto de Pablo Gómez, entonces presidente nacional del PRD, como de Bravo Mena fue muy importante.
"Tanto Pablo (Gómez) como Luis Felipe (Bravo Mena) fueron muy congruentes y tuvieron un ánimo muy positivo. Incluso yo cerré campaña en un mismo templete con Vicente Fox, Luis Felipe, Cuauhtémoc Cárdenas, Pablo Gómez, Porfirio Muñoz Ledo, toda la plana mayor. Hasta los sacerdotes de la Teología de la Liberación, el partido comunista estuvo conmigo, aunque soy el dueño de la Coca Cola, imagínate si la ideología vale de algo, el partido comunista de Alejandro Alarcón anduvo conmigo, eso fue porque le dimos una diputación al amigo y la ganó", recordó.
Antonio Echevarría dice que con la alianza PAN-PRD-PT, en aquella ocasión obtuvo la mayoría en el Congreso local, 19 diputaciones de 30; además de los gobiernos de Santiago, Tepic, Tuxpan, Ruiz y San Blas, que en términos territoriales era como 70 por ciento de la población.
A pregunta expresa sobre por qué una vez en el gobierno le dio la espalda al PRD, el ex gobernador de Nayarit explicó:
"Vicente Fox y yo somos amigos desde 1972, cuando estábamos en el imperialismo yanqui, en la Coca Cola, él era presidente de Coca Cola de México y yo era gerente de la planta, aquí, que era de mi familia, y por amistad yo me cargué con él.
"Esto hizo que se enojaran conmigo los del PRD y Cárdenas, pero esta cosa de la política es de amigos y yo me fui con Fox. Eso dio lugar a que el PRD se me empezara a voltear y como es esto, a golpearme. Pero imagínate, ahora mi mujer es diputada federal por el PRD, ¿a poco crees que hay mucha ideología en la política?"
El ex mandatario arribó al poder por una coalición PAN-PRD-PT y sostiene que la clave está en la repartición de puestos y de candidaturas
Antonio Echevarría Domínguez, quien en 1999 ganó la gubernatura de Nayarit como candidato de una alianza entre el PAN, el PRD y el PT, aseguró que las coaliciones que tanto se debaten en este momento "son buenas porque buscan terminar con el monopolio del poder y el monopolio de la política que tiene el PRI".
Echevarría Domínguez, que se ufana de haber sido "de los primeros que logró juntar a los diablos y a los santos, al PAN y al PRD, al agua y la aceite", sostuvo vía telefónica que en política no hay ideología.
"Las alianzas no son ideológicas, porque en la política no existe la ideología, existen los intereses, que no se confundan ni el PAN ni el PRD ni el PRI", señaló el ex gobernador nayarita.
Echevarría Domínguez, que había sido priista toda su vida hasta antes de que el gobernador Rigoberto Ochoa Zaragoza lo dejara fuera de una lista de posibles aspirantes a sucederlo, cuenta cómo congenió con los partidos que lo postularon cuando fue candidato y cuando llegó a la administración pública estatal.
"Fue una experiencia como nunca van a volver a tener el PAN y el PRD. Les entregamos inmejorables posiciones. El PRD tuvo la presidencia municipal de la capital, el PT de la segunda capital, que es Santiago, el PAN se quedó con Ruiz y Tuxpan, gobernábamos como 70 por ciento del territorio.
"Pero lo que pasó fue que mucha de la gente que se metió en la alianza no tenía experiencia y fue ahí cuando empezaron los problemas, los celos y a la mitad del camino ya no había alianza, y el PRI retomó el poder porque la gente ignorante sigue votando por el PRI", dijo Echevarría Domínguez.
El ex mandatario estatal, que retomó sus negocios después de su mandato entre 1999 y 2005, recuerda cómo una parte fundamental de la alianza que él encabezó fue la repartición de puestos en la administración estatal y de las candidaturas a puestos de elección popular.
"Pero el que realmente hizo la alianza en Nayarit fue Emilio González Márquez (actual gobernador de Jalisco). Emilio vino como comisionado del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, con la representación personal de Luis Felipe Bravo Mena (entonces líder nacional panista) y se encerró con los del PRD y en hora y media se hizo la alianza.
"Lo que no habíamos podido hacer en 15 o 20 días él lo arregló. 'Esto es pa'mí, esto es pa'ti', les dijo. En donde tenía más ascendencia cada partido se pusieron de acuerdo y se nombró al candidato, y así se ganó. Quien diga que la ideología obstruye las alianzas es una mentira, es pura mentira, son puros intereses los que hay", sostuvo el ex gobernador.
Cuenta Echevarría que para la formación de una de las alianzas triunfadoras que tuvieron el PAN y el PRD, hace más de diez años la otra fue la de Pablo Salazar Mendiguchía en Chiapas, el papel tanto de Pablo Gómez, entonces presidente nacional del PRD, como de Bravo Mena fue muy importante.
"Tanto Pablo (Gómez) como Luis Felipe (Bravo Mena) fueron muy congruentes y tuvieron un ánimo muy positivo. Incluso yo cerré campaña en un mismo templete con Vicente Fox, Luis Felipe, Cuauhtémoc Cárdenas, Pablo Gómez, Porfirio Muñoz Ledo, toda la plana mayor. Hasta los sacerdotes de la Teología de la Liberación, el partido comunista estuvo conmigo, aunque soy el dueño de la Coca Cola, imagínate si la ideología vale de algo, el partido comunista de Alejandro Alarcón anduvo conmigo, eso fue porque le dimos una diputación al amigo y la ganó", recordó.
Antonio Echevarría dice que con la alianza PAN-PRD-PT, en aquella ocasión obtuvo la mayoría en el Congreso local, 19 diputaciones de 30; además de los gobiernos de Santiago, Tepic, Tuxpan, Ruiz y San Blas, que en términos territoriales era como 70 por ciento de la población.
A pregunta expresa sobre por qué una vez en el gobierno le dio la espalda al PRD, el ex gobernador de Nayarit explicó:
"Vicente Fox y yo somos amigos desde 1972, cuando estábamos en el imperialismo yanqui, en la Coca Cola, él era presidente de Coca Cola de México y yo era gerente de la planta, aquí, que era de mi familia, y por amistad yo me cargué con él.
"Esto hizo que se enojaran conmigo los del PRD y Cárdenas, pero esta cosa de la política es de amigos y yo me fui con Fox. Eso dio lugar a que el PRD se me empezara a voltear y como es esto, a golpearme. Pero imagínate, ahora mi mujer es diputada federal por el PRD, ¿a poco crees que hay mucha ideología en la política?"
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