martes, 18 de septiembre de 2012

La verdad del amor humano


Documento de la CEE que consiste en orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar. 4 julio 2012

Autor: SIC (Servicio de Información de la Iglesia Católica en España)
El nuevo documento de la Conferencia Episcopal Española “La Verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar”, aprobado por la plenaria de la CEE, fue dado a conocer este 4 de abril.

El documento, dividido en seis partes, pone las bases de la concepción cristiana del matrimonio y de la familia, fundamentada en la naturaleza humana y en el bien común de la sociedad. Las partes del documento son: La verdad del amor, un anuncio de esperanza; La verdad del amor, inscrita en el lenguaje del cuerpo; El amor conyugal: «Como Cristo amó a su Iglesia» (Ef 5, 25); La disolución de la imagen del hombre; Amor conyugal, institución y bien común; y Hacia una cultura del matrimonio y de la familia. El texto concluye señalando la misión y el testimonio del matrimonio y de la familia.

ESQUEMA DEL DOCUMENTO

I. Anuncio de la buena noticia del matrimonio y de la familia (Capítulos 1-3: números 1-44)

Introducción (1-5): “queremos proponer de nuevo los principios fundamentales sobre la persona humana sexuada y sobre el amor esponsal propio del matrimonio”.

1. Hay un amor que nos precede, más grande que nuestras propias ideas y deseos, el Amor que Dios es. Buscar el amor consiste ante todo en aprender a recibirlo, acogerlo, experimentarlo y hacerlo propio. El amor, ante todo, se nos da y nos hace, no es mero fruto de nuestro querer ni pura expresión de nuestros sentimientos (6-16).

2. El cuerpo es la persona en su visibilidad. La sexualidad humana, es decir, la masculinidad y la feminidad, no es un simple atributo, sino constitutivo del modo de ser de la persona; va, por tanto, unida a su dignidad espiritual y expresa la entrega sincera de sí en el amor (17-23).

3. El amor del hombre y de la mujer, en su arquetipo conyugal, es comprometido; crea plena comunión de vida entre ellos; es fiel y exclusivo, fecundo y para siempre (24-38).

4. El pecado impide la realización de la persona en la verdad del amor. La virtud de la castidad permite vivir la sexualidad en su verdadera belleza. El sacramento del matrimonio sana, perfecciona y eleva el amor conyugal (39-44).

II. Denuncias y propuestas (Capítulos 4-6: números 45-145)

a) En el nivel de las ideas o principios:

1. Denuncia del espiritualismo (45-51), de la ideología de género (52-65) y de políticas de familia desenfocadas e insuficientes (66-70).

2. Propuestas para la acción y ayudas para la esperanza (77-81).

b) En el nivel de los hechos sociales:

1. Denuncia de la privatización emotivista o romántica del amor (82-90), de la falta de reconocimiento y promoción de los bienes que el amor conyugal y la familia reportan a la sociedad (91-105) y de las legislaciones que discriminan o ni siquiera reconocen ni protegen al matrimonio (97-111).

2. Propuesta a la responsabilidad de todos (112-115) y de la comunidad eclesial (116-121); propuestas de educación afectivo-sexual (122-125), de preparación para el matrimonio (127-134), de promoción de políticas familiares justas (135-138).

Conclusión: una tarea social por excelencia (139-141) y una misión y gracia eclesial (142-145).

DIEZ CLAVES PARA COMPRENDER EL DOCUMENTO

1) El ser humano no puede vivir sin amor. Pero el origen del amor no se encuentra en el hombre mismo, sino en el misterio de Dios, que se revela y sale al encuentro de cada hombre como Aquel que es el amor. Por eso, el hombre, creado como unidad de cuerpo y alma, a imagen de Dios, busca sin cesar el amor.

2) La persona humana existe necesariamente como hombre o como mujer, dado que el cuerpo es la persona en su visibilidad. La sexualidad humana no es separable de la dignidad espiritual del ser humano, que tiene su expresión en la entrega sincera de sí mismo en el amor.

3) El amor conyugal es un amor comprometido, que crea plena comunión de vida entre un hombre y una mujer; es fiel y exclusivo, fecundo y para siempre.

4) La belleza de la verdad que une la dignidad humana con la vocación al amor no es apreciada por causa del pecado, que separa a los hombres de su vocación haciéndolos perderse en visiones reductivas y rotas de la sexualidad. Es necesario cultivar la castidad, virtud por la que se vive la sexualidad en toda su belleza. El sacramento del matrimonio sana, perfecciona y eleva el amor conyugal.

5) Tanto el espiritualismo, que no reconoce a la corporeidad sexuada su sentido espiritual, como la ideología de género, que le niega su carácter personal, impiden la consideración adecuada del ser humano en su realidad armónica de imagen de Dios y, por tanto, imposibilitan también el reconocimiento de la verdad del matrimonio y de la familia.

6) La ideología de género, sobre el trasfondo de la cultura pansexualista, deforma la imagen del hombre al considerar que éste, dejando atrás su corporeidad sexuada –confundida con una mera biología del sexo–, habría de afirmar su libertad por medio de la llamada opción de género, que le haría dueño de su propia historia. Pero este vaciamiento del significado personal del cuerpo tiene serias consecuencias negativas: se impone la cultura de la muerte, con su negación de la fecundidad, de la vida.

7) La influencia de la ideología de género y de sus presupuestos ha conducido a una desvalorización sin precedentes del matrimonio y de la familia, sobre todo en las leyes y la cultura dominante. Desde 2005 el matrimonio, en cuanto unión de un hombre y una mujer, ha desaparecido del Código civil, y los españoles han perdido el derecho de ser considerados y protegidos específicamente por la ley como “esposo” o como “esposa”. Por otro lado, las políticas sociales no reconocen de modo adecuado el valor social de la familia. Sin embargo, se observa una valoración creciente de la familia por la sociedad.

8) El matrimonio es un bien social de primer orden. Es necesario romper los clichés que lo presentan como un estorbo para el desarrollo de la persona y de la sociedad. Custodia el amor de las personas y se constituye en valioso “capital social”.

9) La mejor respuesta a los daños causados por la ideología de género es la obra de la nueva evangelización. El conocimiento de Jesucristo abrirá el camino al aprecio de la belleza de la verdad del ser humano y de su vocación de amor.

10) El anuncio y la promoción de la verdad del amor humano compete y obliga a todos los miembros de la Iglesia y, en realidad, a todos los que sean consientes de lo que está en juego: la felicidad de las personas y el fortalecimiento de la sociedad, gracias a una antropología de la comunión entre los hombres.



LA CURACION DEL CUERPO LLEGA A TRAVES DEL ALMA"


Querien Vangal

Tarde o temprano todos los seres humanos enfermamos y el dolor reduce nuestra capacidad para el trabajo y el placer, llegando incluso a arrebatarnos la vida.

Sin embargo, pocas son las personas conscientes de que la enfermedad aparece cuando malgastamos nuestra energía.

Permitimos que nos la roben o la encarrilamos hacia objetivos erróneos.

Comprenderlo así nos abre el camino de la autocuración, un milagro posible si interpretamos las dolencias del cuerpo como lo que lo de verdad son: expresiones de un malestar espiritual que SI tiene curación.

Los miedos, las fobias, la falta de autoestima o el afán excesivo de control pueden tener repercusiones físicas insólitas y de difícil diagnóstico, que sólo podemos resolver aprendiendo a mantenernos en contacto con nuestro YO más hondo.

Aprender el leguaje del sistema energético humano es un medio para comprendernos a nosotros mismos, un medio para salir airosos de estos retos espirituales..

Al comprender la anatomía de la energía, se identifican las pautas o modalidades de nuestra vida, y la profunda interrelación que existen en el funcionamiento de mente, cuerpo y espíritu.

Este conocimiento propio nos proporcionará placer y paz mental, y al mismo tiempo, lo conducirá a la curación emocional y psíquica.

Nos rodea una energía emocional generada por experiencias interiores y exteriores, tanto las positivas, como las negativas. Estas fuerzas influyen en el tejido físico interno del cuerpo.

De esta manera, la biografía de una persona; es decir, las experiencias que conforman su vida, se convierte en su biología.


LA BIOGRAFIA SE CONVIERTE EN BIOLOGIA

Nuestro cuerpo contiene nuestra historia, todos los capítulos, párrafos y versos, línea a línea, de todos los acontecimientos y relaciones de nuestra vida.

Un miedo, por ejemplo, activa todos los sistemas corporales: el estómago se tensa, el ritmo cardiaco se acelera y tal vez el cuerpo comienza a sudar. Un pensamiento amoroso puede relajar todo el cuerpo.

Todos tenemos sentimientos negativos, pero no toda aptitud negativa produce enfermedad.

Para crear enfermedad, las emociones negativas tienen que ser dominantes.

Por ejemplo, una persona puede saber que debe perdonar a alguien, pero decide que continuar enfadada le da más poder.

Continuar obsesivamente enfadada la hace más propensa a desarrollar una enfermedad porque la consecuencia energética de una obsesión negativa es la impotencia.

La energía es poder, y transmitir energía al pasado pensando insistentemente en acontecimientos penosos resta poder al cuerpo, (o sea lo debilita) y puede conducir a la enfermedad.

El poder (que nos da la energía) es esencial para sanar y para conservar la salud. Las aptitudes que generan sensación de impotencia no sólo conducen a una falta de estima propia, sino que también agotan la energía del cuerpo físico y debilitan la salud en general.


EL PODER PERSONAL ES NECESARIO PARA LA SALUD...

Muchas personas desarrollan una enfermedad cuando pierden algo que para ellas representa poder, como el dinero y el trabajo o cuando pierden a alguien a quien le han otorgado poder o le han cedido su identidad, como el cónyuge, un progenitor o un hijo.

Nuestra relación con el poder esta en el núcleo de nuestra salud.

Para que una terapia alternativa tenga éxito es necesario que el paciente tenga un concepto interno del poder, una capacidad para generar energía interna y recursos emocionales, como por ejemplo, creer en su autosuficiencia.

Es necesario tomar conciencia de lo que nos da poder. La curación de cualquier enfermedad se facilita identificando nuestros símbolos de poder y escuchando los mensajes que el cuerpo y las intuiciones nos envían acerca de ellos


LA PERSONA PUEDE SANARSE SOLA

Curación total y cura no son lo mismo. Se produce una "cura" cuando la persona ha logrado controlar o detener el avance físico de una enfermedad.

Curar una enfermedad física, sin embargo, no significa necesariamente que se haya aliviado también el estrés emocional y psíquico que formaba parte de ella.

En este caso es muy posible, y con frecuencia probable, que

la enfermedad reaparezca.

El proceso de la cura es pasivo, es decir, el paciente se inclina a ceder su autoridad al médico y al tratamiento prescrito, en lugar de desafiar activamente la enfermedad y recuperar la salud.

La curación en cambio es un proceso activo e interno que implica investigar las aptitudes, los recuerdos y las creencias con el deseo de liberarse de todas las pautas negativas que impiden la total recuperación emocional y espiritual.

Conseguir salud, felicidad y equilibrio energético se reduce a

centrar más la atención en lo positivo que en lo negativo, y a vivir de una manera espiritualmente coherente con lo que sabemos que es la verdad.


LA CONCIENCIA Y SU CONEXION CON LA CURACION

Durante las cuatro ultimas décadas se ha escrito mucho sobre el papel de la mente en la salud, nuestras actitudes tienen un papel importantísimo en la creación y la destrucción de la salud corporal.

La depresión, por ejemplo, no sólo afecta a la capacidad de sanar, sino que deteriora directamente el sistema inmunológico.

El enfado, la amargura, el resentimiento y la rabia, obstaculizan el proceso de curación, o lo impiden totalmente.

La voluntad de sanar tiene un enorme poder, y sin ese poder interior una enfermedad suele salirse con la suya.


LA CONCIENCIA Y LA MUERTE

¿Significa esto que las personas que no se curan no han conseguido ampliar su conciencia?

NO, en absoluto. Morir no significa no haber sanado.

La muerte es una parte inevitable de la vida.

La realidad es que muchas personas si se curan de sus tormentos emocionales y psíquicos, y por lo tanto mueren sanadas.

Al igual que nacemos en el momento idóneo para que nuestra energía entre en la tierra, también hay un momento idóneo para dejar la tierra, no tenemos que morir con dolor y enfermedad.

La mente consciente es capaz de liberar el espíritu del cuerpo

sin tener que soportar el dolor del deterioro físico.

Esta elección la podemos tomar todos.

Tomar conciencia significa cambiar las reglas según las cuales vivimos y las creencias que conservamos.

Nuestros recuerdos y aptitudes son literalmente las reglas que determinan la calidad de vida y la fuerza de los lazos con los demás.

Todos podemos mejorar la calidad de nuestra vida a voluntad, por supuesto, pero eso no quiere decir que todas las enfermedades van a ser curadas.

A veces una persona tiene que soportar una enfermedad por motivos que le servirán para afrontar sus miedos y su negatividad.

…Y a veces a una persona le ha llegado la hora de morir.

La muerte no es el enemigo, el enemigo es el miedo a la muerte.